jueves, 28 de marzo de 2024

Artemisa, de Andy Weir

Hace seis o siete años leí El marciano, la obra más conocida de este autor. Hasta entonces no había leído mucha ciencia ficción y fue mi primer encuentro con un autor que hablaba de ciencia como quien habla del tiempo. Me pareció una novela curiosa, pero no fue santo de mi devoción. G escuchó el audiolibro de Artemisa hace poco, así que, para comentarlo con él y darle una segunda oportunidad al autor, decidí leerlo. En mi caso, lo he leído en digital porque mi intención era saltarme la abrumadora cantidad de detalles científicos... pero al final no ha sido necesario, porque la novela no se ha hecho nada pesada.

Título: Artemisa
Autor: Andy Weir
Año: 2017
Páginas: 320
Género: Ciencia-ficción
Título original: Artemis
Traducción: Javier Guerrero
Editorial: Ediciones B
ISBN: 978-84-666-6227-7

Sinopsis:
Jazz Bashara es una criminal… O al menos lo parece. La vida en Artemisa, la primera y única ciudad de la Luna, es difícil si no eres un turista adinerado o un multimillonario excéntrico. Así que hacer un poco de contrabando de lo más inofensivo no cuenta, ¿verdad? Sobre todo cuando hay que pagar deudas y tu trabajo como transportista apenas alcanza para pagar el alquiler.
De pronto, Jazz ve la oportunidad de cambiar su destino cometiendo un delito a cambio de una lucrativa recompensa. Y ahí empiezan todos sus problemas, pues al hacerlo se enreda en una auténtica conspiración por el control de Artemisa que la obliga a poner en peligro su propia vida…

Opinión:

No creo que vaya a extenderme mucho con esta reseña porque es una novela que busca el entretenimiento sin pretensiones y que te atrapa mientras la lees, pero sabes que la olvidarás al cabo de poco tiempo.

La trama no es nada del otro mundo (bueno, literalmente sí que lo es): Jazz, una veinteañera muy inteligente, vive en la Luna, donde se dedica al contrabando. Acepta el encargo de sabotear unas excavadoras, pero lo que parecía una tarea sencilla, se complica de formas insospechadas. Durante toda la obra seguiremos las peripecias de Jazz, quien se ve metida en un lío tras otro y que cada vez se tiene que enfrentar a mayores retos.

Tengo que empezar diciendo que esperaba que la historia fuera muy distinta, que en lugar de quedarnos encerrados en un planeta, como sucedía en El marciano, explorásemos el universo en una nave. En su lugar, todo sucede en la Luna. De esta forma, mientras que la primera novela del autor exploraba las ventajas e inconvenientes de vivir en Marte, aquí hace lo mismo, pero con la Luna y sus especificidades. Parece que el verdadero interés del autor es estudiar los entresijos de la colonización planetaria, no a nivel social, como viene siendo habitual, sino a nivel científico-técnico. 

No estamos ante un manual científico, ni mucho menos, la novela se rinde a su trama, pero sí que hay mucha información completamente innecesaria y artificial sobre el funcionamiento de una base humana en la Luna. La obra está narrada en primera persona pasado y Jazz nos habla en algunas ocasiones directamente a nosotros, cosa que no se justifica en ningún momento (no es que la estén entrevistando ni que haya decidido escribir su historia). A veces, hace incisos en su narración para explicarnos cosas que ella sabe perfectamente, pero que desconoce un lector corriente. Admito que me han sorprendido todas las curiosidades sobre la vida lunar (te desplazas rápido por la baja gravedad, no te haces daño al caer, les sobra oxígeno, los incendios son catastróficos, la temperatura de ebullición del agua es distinta y por eso el café está frío,...) y he descubierto muchas cosas que ni me imaginaba, pero al mismo tiempo, esta forma de transmitir la información me ha molestado mucho porque me saca de la experiencia: es como si la intención fuera darme lecciones.

"Jin sorbió su café y puso mala cara. Lo he visto antes. Los terrícolas odian nuestro café. La física dicta que sabe a rayos. El aire de la Tierra tiene un veinte por ciento de oxígeno. El resto es material que los cuerpos humanos no necesitan como nitrógeno y argón. Así que el aire de Artemisa es oxígeno puro al veinte por ciento de la presión atmosférica de la Tierra. Eso nos da la cantidad de oxígeno precisa al tiempo que reduce la presión en los cascos. No es un concepto nuevo, se remonta a los días del Apolo. La cuestión es que cuanto menor es la presión, más bajo es el punto de ebullición del agua. El agua hierve a 61 grados Celsius aquí, con lo cual el té o el café no pueden estar más calientes. Al parecer, es desagradablemente frío para la gente que no está acostumbrada."

Hay un amplio elenco de personajes, pero no son más que herramientas con las que Jazz mantiene una interacción mínima. Pese a que todo sucede en una colonia lunar, una ciudad llena de gente, Jazz actúa siempre por su cuenta y no pide ayuda. En El marciano también teníamos a un protagonista solitario, pero eso se justificaba por el hecho de estar atrapado e incomunicado. Aquí volvemos a tener una protagonista que habla consigo misma durante gran parte de la novela porque no quiere establecer lazos con nadie. Incluso en los pocos momentos en los que forma parte de un equipo, la trama busca una excusa para enviarla a hacer tareas por su cuenta o para cortar las comunicaciones. 

"Hice algunas compras en la Burbuja Bean. Era más caro de lo que quería, pero necesitaba ropa especializada. Artemisa tiene una pequeña población musulmana (incluido mi padre), así que hay unas pocas tiendas que les dan servicio. Encontré un vestido largo color habano con un patrón bordado con estilo. Era adecuado hasta para la chica musulmana más conservadora. También compré un niqab verde oscuro. Pensé en marrón o negro, pero el verde oscuro y el color habano combinaban muy bien. Solo porque estuviera planeando un golpe, no quería decir que no pudiera estar guapa al hacerlo.
Vale, ya puedes dejar de simular que sabes qué es un niqab. Es un pañuelo tradicional islámico que cubre la parte inferior de la cara. Combinado con un hiyab para cubrirme el pelo, solo mis ojos eran visibles. Una gran forma de llevar una máscara sin levantar sospechas."

Entiendo que Jazz sea muy independiente, pero no hay ninguna reflexión acerca de esta filosofía de vida. No es bueno aislarse de los demás porque tarde o temprano necesitamos el apoyo de los otros, pero en ningún momento se critica a Jazz por utilizarlos como herramientas. 

Por supuesto, Jazz es la única verdaderamente caracterizada y su personalidad monopoliza la novela. Como personaje tampoco es nada fuera de común: es una chica de 26 años con mucho talento y potencial debido a su inteligencia, pero lo desperdicia en trabajos de poca monta que le permitirán amasar mucho dinero. Se nos muestra como una chica despreocupada, bastante inmadura, con sentido del humor y capaz de adaptarse a cualquier situación. Todo eso hace que parezca la versión femenina (y un poco más joven) del protagonista de El marciano. El único rasgo diferenciador es su relación con la cultura musulmana (ella no es creyente, pero su padre sí), que aparece mencionada esporádicamente.

Es un personaje con garra y carisma (por suerte, porque es quien carga con todo el peso de la historia y de la narración), que impregna la narración con un tono humorístico, aunque a mí no me ha parecido tan divertida como se cree. Tiene un código moral heredado de su padre (nunca engaña cuando se trata de negocios) que da un poco de juego, pero se podría haber explotado más. Es muy resolutiva y los secundarios nos recuerdan constantemente que tiene una mente brillante, pero no me ha parecido justificado que malgaste su inteligencia y habilidad en trabajos precarios. Entiendo que quiere mucho dinero y rápido, pero hubiera sido mucho más eficiente para ello encontrar un buen trabajo honrado, que es cosa fácil, porque todos la quieren en su equipo. Además, al final te quieren vender que controla todo el submundo criminal, pero si eso fuera verdad, tendría mucho más dinero. 

El resto de personajes aparecen solo cuando la trama les necesita, no tienen profundidad y las pocas escenas que comparten con Jazz no sirven para profundizar su relación, solo arañarla. Me duele que el padre sea tan secundario, teniendo en cuenta la importancia que tiene para Jazz y que lo del mejor amigo se arregle de una forma tan sencilla. Además, de vez en cuando se intercalan cartas del intercambio epistolar entre Jazz y un chico de la Tierra, con quien lleva hablando desde que iba al instituto. Esperaba que esto tuviera alguna relevancia, pero no es más que una excusa para conocer el pasado de Jazz y el amigo no es relevante. Podrían ser páginas de un diario y aportarían lo mismo.

"—¿Qué pasa, papá? Vas lento como un aprendiz hoy.
—Solo estoy siendo concienzudo.
—¿Estás de broma? Te he visto usar un soplete con una mano y controlar los niveles de una mezcla con la otra al mismo tiempo. ¿Por qué estás…?
Oh. Me callé.
No era un trabajo normal. Al día siguiente, la vida de su hija dependería de la calidad de esas soldaduras. Lentamente, comprendí que, para él, era el proyecto más crítico que había hecho nunca. No aceptaría nada que no fuera lo mejor. Y si eso significaba pasarse todo el día, así sería. [...]
Poca gente tiene la oportunidad de cuantificar el amor de sus padres. Pero yo sí. Mi padre debería haber tardado cuarenta y cinco minutos en completar el trabajo, pero tardó tres horas y media. Mi padre me quiere un 366 por ciento más de lo que quiere cualquier otra cosa."

En cuanto a la trama, intenta ser un comentario sociopolítico (mafias, contrabando, acuerdos comerciales, corrupción) pero lo trata con tal simplicidad y de forma tan superficial, que pasa de ser el tema principal al marco de la historia. Esperaba una trama mucho más poderosa que esta: las travesuras de una adolescente en el espacio. Algunos de los puntos álgidos de la historia son la destrucción de cuatro excavadoras, la pelea con un matón, una persecución por la superficie lunar y huir de un edificio a punto de estallar. Nada de todo esto entraña la más mínima complicación para una joven que sabe de casi cualquier rama científica y que se conoce la Luna como la palma de su mano. Es por eso que la novela se vale de puentes rotos para dificultar el avance de la trama. El principal recurso narrativo de esta novela es poner a la protagonista en una situación difícil para nosotros, pero que ella es sorprendentemente capaz de resolver... para entonces añadirle un grado más de dificultad (tiene la mitad del tiempo, no tiene aire, se ha quedado sin materiales, la puerta se ha atascado, la atacan para interrumpirla...). Problemas artificiales que crean tensión artificial y que resultan repetitivos: llega un punto en el que sabes que todo saldrá mal y que tendrá que ingeniárselas de otra manera para lograr sus objetivos.

Además, la tensión y la carga dramática se desvanecen enseguida, porque Jazz, como narradora, siempre quita hierro al asunto, en un esfuerzo por resultar cercana al lector. En su anterior obra, el humor era la forma que tenía el protagonista de lidiar con la situación, un escape de la realidad; Jazz no se encuentra en constante peligro, por lo que el humor no debería ser el tono general de la obra. 

La historia es dinámica, con escenas muy cinematográficas y acción constante, así como pocos instantes para tomar aire y dejar que los personajes se desarrollen. El tono ligero y despreocupado hace que se lea con agilidad, pese al tono científico que adopta la narración en algunas situaciones. Hay algunas explicaciones científicas, pero no son extensas y están simplificadas, como si su única función fuera dar verosimilitud a la historia y sumergir al lector en el ambiente lunar. Eso ha propiciado que algunas descripciones me parecieran confusas porque faltaba detalle. 

El final amable es coherente con el tono ligero de la obra, pero contradictorio con el drama y el realismo que presentan las situaciones. Los conflictos escalan hasta tal punto que a mí no me parece creíble que haya ninguna consecuencia grave a todo lo sucedido ni que la protagonista reciba ninguna penalización por todo lo que ha provocado.

En conclusión, Artemisa es un libro que trata de reproducir el éxito de El marciano cogiendo la misma fórmula, pero le sale rana. Tiene la mayoría de los ingredientes de la primera novela, pero como la historia marco es distinta, no funcionan tan bien y el resultado es un pastiche con poca gracia. Es una obra dinámica, con acción y un toque científico que te situa en el contexto lunar sin abrumarte, por lo que se lee con facilidad. El tono es ligero y humorístico constantemente, cosa que hace que se le reste importancia a las situaciones tensas y más dramáticas. Los secundarios no son más que herramientas con poca profundidad y la protagonista solo se caracteriza por cuatro rasgos definitorios. Es entretenida, pero no aporta nada nuevo.

Por útlimo, me gustaría recomendaros esta reseña de Fabulantes, porque me parece que hace un análisis concienzudo de los fallos y pocos aciertos de esta novela. 

Cosas que he aprendido:

  • Los musulmanes solo se inclinan ante Alá.
  • La temperatura de ebullición del agua es distinta en la Luna y por eso el agua caliente está más fría.
  • Si en la Luna caes de una gran altura, no te haces daño.
  • Encender fuego en una atmósfera solo de oxígeno es mala idea.
  • Datos inútiles sobre vivir en la Luna.

Y ya para terminar, os dejo con mis avances en Goodreads:


PUNTUACIÓN...2'5/5!

Primeras Líneas...


lunes, 25 de marzo de 2024

BookTag 38: Arte literario

Hoy me apetecía hacer algo distinto, así que os traigo un BookTag. Curiosamente, cada vez se ven menos por estos lares y me parece una pena, porque ayudan a dar visibilidad a obras que no son novedad y recordar libros leídos hace tiempo. Por si alguien es nuevo en estos lares y no lo sabe, un BookTag consiste en relacionar conceptos variados con libros y responder a una serie de preguntas con el título de un libro.

El BookTag que os traigo hoy recibe el nombre de "Arte literario", porque consiste en relacionar lo que transmiten algunos cuadros con lo que nos han transmitido algunos libros. Yo lo conocí gracias al blog Butterfly kisses, aunque es creación del blog Leer con ganas, de quien he cogido tanto las preguntas como las imágenes prestadas. 

Pequeños instantes de amor, de Catana Comics.
Desde que me he mudado a vivir con G, no suelo quedarme hasta altas horas de la noche leyendo (pero él sí. Claro, como no tiene que levantarse a las seis de la mañana...), así que pensaba que me iba a ser difícil dar con un libro para esta categoría. Entonces, recordé que hace unos meses, una noche en que G no estaba y no tenía sueño, decidí leer este libro porque era muy cortito. Lo empecé y terminé esa misma noche porque es muy ligero y me identifiqué mucho con los protagonistas de las viñetas. Os animo a darle un vistazo a la minireseña.

El segador, de Terry Pratchett
Este libro me dejó con sentimientos encontrados. La trama de la Muerte volviéndose mortal y mezclándose con los humanos para experimentar con la vida y tratar de comprenderla, me voló la cabeza. El problema es que esta trama se compagina con una de los magos, donde las escenas son dispares y el humor absurdo solo busca la risa fácil. A diferencia de la parte de la Muerte, aquí la trama es amena y ligera, sin grandes mensajes ni temas complejos, y los personajes son unos tontos muy tontos que solo se hacen la zancadilla. Fue muy difícil valorar el libro, porque la mitad me encantó y la otra mitad me aburrió soberanamente.


El secreto de las hermanas Blackwood, de Ellen Marie Wisseman
Últimamente, me he aficionado a abandonar los libros que veo que no me están gustando. No os podéis hacer a la idea de lo mucho que me arrepiento de no haber abandonado este. Durante toda la primera mitad, estuve a la espera de que tratara algunos de los temas que mencionaba, pero no fue así. Seguí leyendo porque ya lo llevaba muy avanzado y como mínimo era entretenido, pero el último tercio fue un sinsentido detrás de otro. No me puse a gritar, pero sí que me reí un par de veces por los derroteros absurdos que tomaba la trama. Ni os acerquéis. 

La esfera luminosa, de Cixin Liu
El libro que merece con honores aparecer en esta categoría es Gideon, de Tamsyn Muir, porque las descripciones son indescifrables (el nivel es que muere un personaje y yo no me enteré hasta tres páginas después), pero lo terminé hace nada, así que no me parece adecuado incluirlo. En su lugar, voy a mencionar este, que también he terminado hace relativamente poco. No es un mal libro ni tiene problemas narrativos, pero como la ciencia tiene un papel capital, el texto está plagado de extensas explicaciones científicas bastante complejas. Lógico si tenemos en cuenta que es una obra de ciencia ficción dura. Hubo párrafos que leí por encima porque mis conocimientos no eran suficientes, pero eso no fue un problema para comprender la historia.

La guerra no tiene rostro de mujer, de Svetlana Alexiévich
Creo que menciono tanto este libro con el propósito de que lo leáis y así podemos sufrir juntos. Poco puedo decir que no haya dicho ya, y si todo lo anterior no os ha convencido, estas palabras tampoco lo harán, pero como digo siempre, hay que intentarlo. Este libro me removió por dentro y logró que reconsiderara mi visión del mundo. Recopila el testimonio de mujeres rusas que durante la Segunda Guerra Mundial estuvieron en el frente y que, pese a ver la peor cara del ser humano, siguieron con sus vidas. Me ayudó a darme cuenta de que, por muy oscuro que sea el túnel, si ellas pudieron seguir adelante, cualquiera puede hacerlo. Lo recomiendo, pero con prudencia, porque es muy duro.

Matemos al tío, de Rohan O'Grady
Que hayas olvidado un libro no significa que sea malo. Hace dos años leí esta novela y sé que estaba protagonizada por un niño y una niña, que domesticaban a un tigre (Laura la detective, que se ha fijado en la portada) y que odiaban a un señor. Y al final, había una escopeta involucrada. No me pidáis más, porque eso es todo lo que tengo para ofreceros. Algún día lo releeré, porque sé que en su momento me gustó, pese a que no parecía de mi estilo.

Si no despierto, de Lauren Oliver
No me suelen gustar los libros llenos de tópicos, no solo porque no ofrecen nada nuevo, sino porque me parece cobarde por parte del autor, que solo va a lo seguro. Aun así, si me prometen que estos tópicos van a estar tratados con profundidad y que va a haber algún elemento distintivo aquí y allá, puedo animarme a leer la novela. El argumento de este libro es el típico: cuando la protagonista muere, al igual que en el día de la marmota, su día vuelve a empezar, y con cada repetición conocerá mejor a la gente de su entorno y aprenderá una lección. El tema central, el acoso escolar, está también muy trillado y todos los personajes representan alguno de los estereotipos estudiantiles. A pesar de ello, son personajes con aristas, que a veces sorprenden por su humanidad, el tema se interna en derroteros poco explorados y el hecho de que los días se repitan enriquece la obra. No es un diez, ni mucho menos, pero sí un libro que me hubiera fascinado de adolescente. 

Beastars, de Paru Itagaki
Todas las relaciones de este manga son muy complejas. Legoshi y Hal tienen un romance interespecie que no solo está mal visto, sino que es complicado porque él es un lobo que ansía la carne y Hal una frágil coneja. Quizás su relación sería más sencilla si no se pasaran los 22 tomos dando vueltas a su relación, sin formalizar nada ni atreverse a hablar las cosas. La relación de Rouis y Juno también es compleja, no solo porque de nuevo son un herbívoro y una carnívora, sino también por los prejuicios de Rouis, su cobardía y lo mucho que se aferra al prestigio familiar que no le permite actuar según sus deseos. También está el fuerte vínculo entre Gosha y Yayha, quienes se odian al mismo tiempo que darían la vida el uno por el otro. Perseguían un mismo sueño, pero sus vidas tomaron rumbos distintos y no se han perdonado desde entonces. Otras relaciones interesantes son la de Rouis con su padre, basada en el negocio y no el amor o la de Rouis con Ibuki, quién se convierte en un padre para él. Pese a todo, mi relación favorita y la que me parece más compleja de todo el manga es la de Rouis y Legoshi. Los ideales de ambos chocan y son completamente opuestos al principio, pero se van entrelazando y comprendiendo, hasta llegar a intercambiarse los papeles. Su amistad va más allá de cualquier límite, pero si queréis saber por qué, tendréis que leerlo.

Ronda de noche, de Terry Pratchett
Podría haber puesto cualquier otro libro sobre revoluciones contra estados dictatoriales, pero he preferido rescatar este libro que, para mí, es la obra culmen de Mundodisco. Vimes es el protagonista absoluto y viaja al pasado donde se encuentra consigo mismo y con una revolución incipiente. No es un libro al uso acerca de los levantamientos civiles, sino una sátira brillante. Por desgracia, solo es realmente disfrutable si has leído el resto de libros de la guardia y has visto la evolución de Vimes.

Guerra, de Janne Teller
Este es un libro muy cortito que he leído ya unas tres o cuatro veces. Narrado en segunda persona, te pone en la piel de un refugiado, en este caso (el libro se adapta según el país al que se traduce), españolEscrito de una forma desgarradora y con crudeza intenta sensibilizar al lector de la situación de los refugiados mediante la identificación del lector con el texto. Me pareció que generalizaba demasiado y que no había suficientes descripciones ni profundidad (con el objetivo de que cualquiera se sienta identificado), pero es una experiencia que merece la pena.

Y eso es todo por hoy. Espero que os hayan parecido interesantes los libros que os he enseñado. ¿Habéis leído alguno? ¿Estáis de acuerdo con mis impresiones? ¿Qué libro escogeríais en cada categoría? Sois completamente libres de llevar este BookTag a vuestro blog, con la única condición de mencionar a la creadora. Si al final os animáis, dejad el enlace para que lea la entrada^^ 

viernes, 22 de marzo de 2024

La esfera luminosa, de Cixin Liu

Hace unos meses le di un primer tiento al autor con su antología Sostener el cielo. Fue denso por la carga científica, pero me pareció lleno de buenas ideas y exudaba pasión por la ciencia. Antes de ponerme con su archiconocida trilogía, decidí leer una de sus novelas independientes, para ver cómo se manejaba con la narrativa larga (seamos sinceras: es porque el libro tenía el lomo rojo) y por eso os traigo hoy la reseña de La esfera luminosa.

Autor: Cixin Liu
Título original: 球状闪电 (Qiúzhuàng shǎndiàn)
Año de publicación: 2004
Editorial: Ediciones B
Colección: Nova
Traducción: del chino de Javier Altayó y corrección de Antonio Torrubia y Gisela Baños
Edición: 2019
Páginas: 463
ISBN: 978-84-17347-33-8

Sinopsis:
El día en que cumple catorce años, Chen presencia cómo una esfera  luminosa entra en su casa y calcina a sus padres. Con el propósito de  encontrar algún sentido a esta extraña desgracia, decide dedicarse a  descifrar el secreto del misterioso fenómeno a causa del cual quedó  huérfano. La búsqueda de la esfera luminosa lo llevará lejos de casa, a  perseguir tormentas en las cimas de montañas y a adentrarse en  laboratorios subterráneos secretos para, poco a poco, ir descubriendo nuevos límites en la física de partículas.
Aunque la obsesión de Chen es la razón de que la suya sea una vida  solitaria, esta no podrá protegerle de los intereses globales que hay  detrás de sus descubrimientos. Así pues, tendrá que enfrentarse a un  físico que no entiende de límites morales en lo que al conocimiento se  refiere; una atractiva militar obsesionada con nuevas técnicas bélicas;  a una nación entera, en suma, desesperada por hacer frente a una derrota militar inevitable...

Opinión:
Impresión: Fascinación por el Universo

La trama es lo menos importante de esta novela, pero empezaré con ella para situaros un poco. Tras la muerte de sus padres por un fenómeno natural conocido como las esferas luminosas (al principio no tenía claro si eran un ser paranormal u obra humana, pero te dejan claro al principio que es algo natural), Chen decide consagrar su vida a investigar este fenómeno, aunque para eso tenga que recurrir a la financiación del ejército, cuyo interés en comprender las esferas luminosas radica en su potencial como armas. 

Me gustaría deciros que eso es la premisa, pero en realidad es el libro entero. A lo largo de 460 páginas seguiremos a Chen, quien tratará por todos los medios descubrir la naturaleza y características de las esferas luminosas, así como la forma de reproducirlas. Lo que más me sorprendió es que no todo es ficción, sino que este fenómeno existe en la realidad, aunque se sabe muy poco de él. Según la nota inicial: "Las características y el comportamiento de las esferas luminosas que aparecen en este libro coinciden con los descritos por la mayoría de los registros históricos reales previos a 2004". Así, el autor parte de un fenómeno real, con unas características probadas científicamente, y fabula sobre posibles explicaciones. Lo que más me ha interesado de ellas es la parte más paranormal, el misterio que se crea y los posibles usos. 

No os voy a mentir: la novela rebosa ciencia por todos sus poros, pero poco a poco te percatas de que no es esencial entender los entresijos científicos para seguir la historia, porque su única función es ofrecer verosimilitud. El autor demuestra una vez más su gran bagaje científico, abarcando ámbitos muy distintos: los fenómenos atmosféricos, la física, las matemáticas, el electromagnetismo, y la ciencia de los rayos. Hay muchos párrafos largos hablando de conceptos científicos complejos, cosa que hace que la novela no sea accesible para todo el mundo. He desconectado en la mayor parte del tiempo en que hablaban de ciencia, porque eran explicaciones demasiado complicadas para mí.

«Suponiendo que el de las esferas luminosas no fuera un fenómeno sobrenatural, ecuaciones de la mecánica de fluidos relativamente básicas como las de Maxwell y las de Navier-Stokes debían bastarme para llegar a comprenderlo (no descubriría lo pueril y superficial que estaba siendo al pensar así hasta mucho más tarde). Eso sí: ocurría que todas las estructuras conocidas en el campo del electromagnetismo y de la mecánica de fluidos resultaban simples al compararlas con la de las esferas luminosas; dando por hecho que la complicada estructura en equilibrio estable de las esferas luminosas obedeciera las leyes básicas del electromagnetismo y la mecánica de fluidos, había que concluir que esta debía de ser matemáticamente complejísima.» (ciencia)

Al principio, estaba algo aburrida y creía que este libro bien podría ser un ensayo especulativo sobre las esferas luminosas, en lugar de una novela, pero a medida que fui avanzando, me di cuenta de que, aunque la investigación vertebra toda la novela, en realidad es solo una excusa para tratar otros temas. El más destacado de ellos es la fascinación por el Universo. Los avances tecnológicos de los últimos años nos han hecho creer que ya no quedan misterios en el mundo por descifrar. En nuestra ingenuidad, creemos que ya lo sabemos todo y que "el espacio es la última frontera". No podríamos estar más equivocados. Solemos hablar de "la ciencia", como si fuera una única cosa, cuando hay centenares de disciplinas, miles de especializaciones, que no tienen nada que ver la una con la otra, y en cada una de ellas hay varios equipos de investigadores a lo largo del mundo que tratan de desentrañar sus misterios. Creemos que nada de eso nos afecta, que ninguno de esos descubrimientos cambiará nuestra vida; eso es porque no somos conscientes de que la tecnología no aparece de la noche a la mañana, que nuestro mundo va cambiando poco a poco. Esos descubrimientos se introducen subrepticiamente en nuestras vidas (los aislantes de las ventanas, los cristales climalit, las bombillas led, el aireador de grifo, las sartenes antiadherentes, los ambientadores de hogares...), sin bombo y platillo, porque la tecnología no son solo los aparatos electrónicos. En otros casos, esos descubrimientos pasan todavía más desapercibidos, porque solo ayudan a cimentar investigaciones de descubrimientos futuros o son piezas de algo mayor. La ciencia siempre me ha parecido incomprensible, pero esta novela me ha ayudado a apreciar la pasión que algunos sienten por ella y entender mejor lo insignificantes que son nuestros conocimientos del mundo que nos rodea.

«Así es la investigación científica —dijo el coronel Xu—. Todo paso en falso, no importa cuán erróneo sea, constituye un paso imprescindible.»

Otro de los temas son los sacrificios que conllevan estos avances tecnológicos. Muchos científicos consagran su vida entera a la causa y con la misma devoción que un sacerdote, dejan de lado bienes materiales, disfrute personal, amigos y familia para una investigación que quizás nunca dé sus frutos. En la novela, se habla de ello y también de los dilemas morales que comporta la ciencia, tales como la experimentación con animales o la colaboración con la industria armamentística. Muchos proyectos científicos, sean de la disciplina que sean, reciben financiación por parte del ejército, por si en un futuro esos descubrimientos tuvieran algún uso militar. La relación entre la ciencia y la industria armamentística es muy estrecha en esta novela y los dilemas morales al respecto están muy bien tratados: ¿hay que dejar de investigar algo solo porque pueda tener usarse para la guerra? ¿Todos los avances tecnológicos pueden convertirse en armas? ¿Qué culpa tuvieron los científicos que desarrollaron la bomba atómica si quienes la usaron fueron las autoridades militares?

No he hablado hasta ahora de los personajes porque no tienen una gran relevancia. El protagonista es Chen, el prototipo de científico abnegado que se enfrenta a los debates morales mencionados y cuya vida está completamente ligada a su estudio de las esferas luminosas. Es un personaje realista, aunque carente de personalidad y bastante plano, porque su obsesión le consume y le impide tener una vida más allá de la ciencia. Si hay una espinita que me ha reconcomido es que esta abnegación hacia un único propósito vital se muestra como algo positivo, como si no tenerlo, cosa que pasa a la mayoría de mortales, hiciera que tu vida fuera redundante. Aun así es una idea que está en el ADN de la cultura china, por lo que resulta inevitable que aparezca reflejada en la novela.

Más interesante ha sido Lin Yun, al cargo de un proyecto de innovación armamentística que trabajará codo con codo con Chen. No solo resulta sorprende encontrar una mujer con un alto cargo militar, respetada por todos, sino que está obsesionada con las armas. Estas son el motor de su vida, y la obra, sin promover la guerra, es capaz de transmitirte la atracción que siente Lin por el peligro y la belleza que ve en un arma. Le entusiasma cualquier avance en materia armamentística y siente la misma pasión por las armas que un músico ante una sinfonía clásica. Me parece un personaje atípico, complejo (una lástima que su trasfondo de personaje esté mal insertado al final) y muy arriesgado.

A un lector occidental le va a sorprender que no haya un ápice de romance, porque hubiera sido muy sencillo incluirlo, pero la literatura oriental es conocida por tratar el amor como algo etéreo, sublime, irreal, más una posibilidad que algo tangible. En este caso, la relación entre Lin y Chen es muy compleja y se basa en la fascinación y admiración mutuas. No son amigos porque a penas hablan de nada que no sea de carácter profesional ni tienen contacto fuera del trabajo. Ambos comparten un mismo sueño, comprender las esferas luminosas, pero mientras que para Chen eso es suficiente, para Lin ese es solo el primer paso; ella pretende utilizar esos conocimientos para crear un arma. Pese a su colaboración y a lo unidos que están, él no deja de ser un civil y ella una militar, por lo que sus filosofías de vida chocan inevitablemente. 

Hay algo intrínsecamente oriental en esta novela. Toda la trama científica y la relación con el ámbito militar bien podría desarrollarse en Estados Unidos, Oppenheimer es un ejemplo de ello, pero la atmósfera de la novela es muy oriental. Se habla poco de la geografía, no hay crítica social y los personajes se encuentran encerrados en su propia burbuja, ajenos a cualquier rastro de cotidianidad que nos muestre la cultura china. Pese a ello, uno no puede desprenderse de quién es y la nacionalidad del autor se percibe a lo largo del texto: en la actitud sumisa de los personajes frente a la autoridad, un ente incuestionable; el desapego que muestran por el individuo y su interés por el bien del conjunto de la sociedad; la inclinación por hacer un estudio de personajes más que configurar una trama compleja que retenga la atención del lector inquieto; el ritmo de vida sosegado y poco dado a los excesos y a la sociabilidad; o la fascinación por la naturaleza.

La novela está tan enfocada en la investigación de las esferas luminosas que se olvida por completo del entorno. Al principio me molestaba que se hablara de forma tan superficial, casi anecdótica, de la tensa situación internacional que al final conduce a una guerra con China, pero realizar un estudio de las causas sociopolíticas de una guerra hubiera desviado la atención del tema principal. Lo cierto es que al final no importa por qué ha estallado ni quienes luchan, sino el papel de los avances científicos en esta hipotética guerra.

En conclusión, La esfera luminosa es una novela que, contra todo pronóstico, me ha gustado, pero que no recomiendo a todo el mundo, solo a aquellos que tengan interés por la ciencia o quieran adentrarse por primera vez en la ciencia ficción dura (aunque si no has leído nada del género, la antología Sostener el cielo me parece una mejor forma de empezar). La obra habla de la fascinación por el Universo y la ciencia a partir de la investigación de las esferas luminosas, así como de los sacrificios que conllevan los avances científicos y el papel fundamental del ejército en el desarrollo tecnológico. Los personajes son bastante planos, aunque atípicos: el protagonista es un científico consagrado a sus estudios, mientras que la coprotagonista es una mujer de un alto rango militar que siente pasión por las armas. Es cierto que el libro tiene partes muy densas en las que se habla de ciencia y es poco asequible para el lector de a pie, pero me parece un libro necesario para tomar consciencia de lo minúsculos que somos y de lo mucho que nos queda por descubrir.

Cosas que he aprendido...

  • La existencia de las esferas luminosas.
  • La importancia del ejército en el desarrollo tecnológico.
  • Cualquier avance científico puede ser usado como arma.
  • Somos insignificantes, aún queda mucho por descubrir en el mundo.
  • Podríamos ser parte de una macroestructura.
  • Técnicas bélicas que no conocía que utilizan a animales.
  • Las armas pueden ser bellas.

Y ya para terminar, os dejo con mis avances en Goodreads:

PUNTUACIÓN...3'5/5!

Primeras Líneas... 


viernes, 8 de marzo de 2024

Visto en las redes 64#

 ¡Hola a todos!

Ya vuelvo a estar por aquí con esta sección. Para los que no lo sepan, me gusta mucho porque da pie a muchos debates. Es más, estoy muy contenta porque este pasado mes entablé en redes algunos debates sanos y muy interesantes (patrocinados por @GisselEscu@xCarolM y @Doberwoman_) relacionados con los temas que os traigo hoy. Espero que la disfrutéis y que podamos hablar de un montón de temas interesantes. ¡No os olvidéis de comentar todo aquello con lo que estéis o no de acuerdo!

Eso sí, antes de nada, empezaré explicando en qué consiste la sección para aquellos que aún no lo sepan. Ya sé que estos párrafos que vienen a continuación son muy repetitivos, pero siempre hay gente nueva que no sabe en qué consiste la sección y me gusta informar de ello. Visto en las redes es una recopilación de todos aquellos tweets que me han parecido interesantes (y a los que he dado retweet) publicados el último mes (febrero, en este caso) por diversas personas, y una selección de las reflexiones relacionadas con el mundo literario que he compartido por las diferentes redes sociales. Es decir que... ¡atención, porque podríais salir mencionados en esta entrada! 

Me decidí a crear esta sección como excusa para hacer debates porque sé que algunos de vosotros no me seguís en las redes sociales tranquilos, estáis en la lista negra (tanto porque no os interesa como porque no tenéis una cuenta) y pensé que os podría parecer interesante tener una recopilación de esta información. Así, todos los que no tenéis redes podrías estar al tanto y los que me seguís, pero estáis saturados, podríais tener un resumen. 

Como sabéis, el blog está en varias redes: en Twitter, en Facebook, en Instagram, en The Storygraph, en Goodreads y en Bloguers (podéis acceder a mi perfil de cada red social haciendo click en los enlaces), pero estoy especialmente activa en Twitter, Facebook e Instagram, por lo que en esta sección me centraré en esas redes sociales.  

Repito, como en cada ocasión, que la idea de esta sección no es completamente mía (siempre hay que dar créditos). Me inspiré en una sección muy parecida en el blog de Deja volar tu imaginación llamada Citando a Twitter. En ella, Patt recopilaba algunos de sus retweets favoritos, aunque siempre están relacionados con reflexiones sobre el mundo en general, no centradas en el ámbito literario. 

Y sin más dilación, os dejo con la entrada:

Visto en Instagram
La portada de este libro no es muy bonita (nada que ver con la original), pero BabelReader le ha sabido sacar todo el partido posible. No solo los elementos están muy bien escogidos y se relacionan con el título, sino que su colección de máscaras es muy bonita y el ángulo en el que ha posicionado el espejo es perfecto. La tela del fondo parece propia de un baile antiguo, con ese estampado y tonos grises, y la cinta azul que cruza la imagen encaja en color y refuerza la idea de los bailes.


Puede que la fotografía de 
MientrasleoS  no sea espectacular, pero las dos figuritas leyendo me han conquistado. Nada más verlas empecé a investigar donde conseguirlas. Seguramente las pediré para reyes^^



Me encanta lo creativa que es Omairagtz 
al relacionar obra con fondo. Un libro en el que el agua es tan importante encaja perfectamente con una fuente cuyas aguas no son cristalinas. Además, me sorprende que haya captado justo el momento en el que crea ondas. Muy acertado.




Visto en Twitter


Todavía hay gente que es incapaz de entender estas críticas de Mazarbul y Annabel Navarro. Todas las obras se enmarcan en un contexto y son fruto de su tiempo. No podemos criticar un clásico por promover valores que no son acordes con los actuales. Entiendo que en algunos casos sea necesario, por ejemplo en obras destinadas a un público infantil, pero en otros es absurdo porque lo único que haces es borrar el pasado. Entonces, ¿no deberíamos respetar también las novelas problemáticas que se publican hoy en día porque reflejan nuestra realidad? No. Está bien reflejar la realidad incluyendo personajes o mensajes tóxicos, pero si lo idealizas, si no lo criticas, darás a entender que esta realidad merece perpetuarse y que es positiva. ¿Qué opináis vosotros?

Estas palabras de la cuenta de Goodreads me representan. Cerrar un libro no implica salir de la historia. Suelo reflexionar sobre mis lecturas antes de ir a dormir, pero puedo quedarme empanada pensando en un libro en cualquier situación. Esto me pasa sobre todo con los libros muy buenos, porque mi cabeza es incapaz de desconectar de la historia de un solo plumazo y sigo dándole vueltas e incluso sonriendo inconscientemente. Pero también me pasa con los libros malos, los que abandono a medias, porque abandonar un libro es una decisión muy meditada, que necesita tiempo, tiempo en el que mi cuerpo suele hacer acciones mecánicas, como limpiar la casa.
 
Cuando me pasa eso, siento la misma satisfacción que Vale Ivs Percy Jackson; el problema es que con la mayoría de relecturas suelo llevarme una desilusión. ¿Os ha pasado alguna vez? Solo releo libro cuando han pasado unos diez años y ya lo he olvidado casi por completo (para que la experiencia sea similar a la primera vez que lo leí) y claro, en ese tiempo, es normal que haya cambiado como persona y que no me guste tanto, ni mucho menos. Por eso, siempre es una alegría inmensa releer un libro que vuelva a encantarte.

No podría estar más de acuerdo con Kate Cobac y eso es algo que se nota mucho en el mundo de los mangas: los autores publican los capítulos semanalmente, sin posibilidad de tomarse descansos ni de pararse a ordenar y planificar la obra o de reescribir fragmentos. Por ello, su estructura siempre es muy irregular y los autores tienden a encontrarse mal de salud. Muchos lectores se dejan llevar por el ansia y devoran contenidos sin masticar y luego exigen más y más a un autor que hace lo que puede con los ingredientes que tiene, porque no dispone de tiempo para dejar macerar la obra ni para seguir formándose. Si quieres leer algo realmente bueno, ten paciencia; no será por libros pendientes. 

Teniendo en cuenta lo mucho que ha subido todo, los libros no podían ser menos. El problema, como comenta Unai McFly es que los beneficios de esa subida se los quede la editorial y no los reparta entre el resto de profesionales del sector del libro, cuyos sueldos llevan años congelados. Correctores, traductores, maquetadores y rotuladores, en el caso de los mangas, han visto cómo las editoriales infravaloran e incluso prescinden de sus servicios ofreciendo productos de peor calidad que el consumidor acepta sin rechistar. Cuanto más traguemos sin quejarnos, peor será el producto que obtendremos a cambio.

Siempre que leo un libro con numerosos errores ortográficos, aporto mi granito de arena y lo denuncio en redes. Puede que nadie escuche mi voz, pero si todos nos alzamos y hacemos como Leyna, entre otras cuentas que sigo y que critican estas cosas, quizás lograremos cambiar algo. No perdemos nada por intentarlo, pero podemos ganar mucho. Si las editoriales se dan cuenta de que al no invertir suficiente en corrección están perdiendo prestigio y ventas, seguro que tarde o temprano harán algo por arreglarlo.

Estoy muy de acuerdo con Kurenai. No sigo demasiadas cuentas de influencers, pero sí que he visto este merchandising especial por aquí y por allá. A mí eso me da mucha envidia. Sí, a los lectores nos interesa la lectura del libro, pero si no le podemos decir que no a una portada bonita, ¿cómo vamos a ignorar una edición que incluye merchandising de una obra que nos gusta? Fijaos en lo caro que es El barco de Teseo y lo mucho que ha triunfado: eso se debe, en gran parte, a lo mucho que llama la atención los materiales complementarios. Solo debería importar el contenido del libro, pero como tenemos acceso a todo lo que se publica (y muchas veces, sin pagar ni un duro, gracias a las bibliotecas), cada vez somos más superficiales. Por supuesto, debería haber ediciones asequibles para todos los bolsillos, pero a mí, si me ponen el libro un poco más caro porque incluye cosas especiales, no dudaría en pagarlo. ¿Y vosotros?

Me parece increíble el estado en el que se encuentran estos libros que nos enseña Alberto. Seguramente, deben ser parte de alguna iniciativa de intercambio de libros o club de lectura, donde cada uno deja sus comentarios e impresiones. El libro de El barco de Caronte se parece mucho a esto, pero ya viene así de base. Últimamente, además de poner marcadores, estoy empezando a escribir en los márgenes con lápiz, en concreto, en los libros que G leerá en un futuro. Puede parecer que al hacer estos comentarios esté condicionando a futuros lectores para que piensen como yo, pero en realidad lo que hago es exponerles mi interpretación y que ellos la juzguen según lo que han leído y entendido.

 Me pasa lo mismo que Aura Novoa cada medio año. No os podéis hacer a la idea la cantidad de veces que he ampliado mis estanterías, hasta el punto de que, tras la mudanza, G y yo decidimos destinar una habitación solo para los libros. Bien, pues ya hay 6 estanterías que han tenido que exiliarse porque no caben. Entre ambos, sumamos ya 17 estanterías y, ¿sabéis qué? Ya nos volvemos a estar quedando sin espacio. ¿Cuántas estanterías tenéis vosotros?

Qué bonito me pareció este tique que recibió Lluís Pastells Ferrer en el pasado Sant Jordi. Es todo un detalle que incluya un poema, y más que esté relacionado con la festividad. Así, la librería destaca entre las demás. ¿Alguna vez habéis visto un tique de la compra personalizado?

Ni siquiera de adolescente me convencían demasiado los triángulos amorosos, porque exigen mucha suspensión de la incredulidad. ¿Con cuántos triángulos amorosos reales os habéis encontrado a lo largo de vuestra vida? En segundo lugar, la mayoría de los que he leído no están bien construidos y sabes de buenas a primeras con quién se quedará la prota (curiosamente, en este tropo siempre hay dos chicos que luchan por una chica). El único triángulo amoroso que me ha gustado es el de Jem-Tessa-Will en Cazadores de sombras. Los orígenesporque se construye a lo largo de tres libros¿Qué responderíais vosotros a la pregunta de Valeria?

Estoy muy de acuerdo con esta crítica de Marta Cuchelo. Los autores de fantasía no solo tienen que crear un mundo desde cero, sino que tiene que tener coherencia interna. Puede que haya dragones, pero si has establecido que no pueden escupir fuego, no puedes darle ese poder al dragón protagonista en el último momento sin ninguna explicación creíble. Cada mundo tiene sus propias reglas y no pueden romperse por el bien de la trama. 

Entiendo que el objetivo sea llegar a un público determinado, pero creo que las editoriales deberían rebajar las expectativas, porque más de un batacazo me he llevado al comprar un libro en el que se me prometía una cosa y se ofrecía otra. No me gustan las comparaciones porque hacen que la novela parezca un pastiche en lugar de su propia cosa. Tampoco me gustan las expresiones que menciona Alma Prendida porque eso hace que empiece la novela con el listón muy alto, así que la decepción es inevitable. ¿A vosotros os sirven estas comparaciones?


Estoy muy de acuerdo con Nieves Mories. Si quieres conseguir reconocimiento, adelante, escribe lo que está de moda, con el tono y los personajes habituales. Haz libros que no necesiten ser masticados. Si lo que te interesa es expresar lo que guardas dentro, olvídate de las convenciones y escribe lo que te salga y en el idioma que prefieras. Sí, escribimos para alguien, pero eso no nos limita. Hay que ser fiel al estilo propio. Puede que el resultado sea una novela cuya complejidad solo valoren tres o cuatro personas, pero será algo de lo que te sentirás orgulloso. 


Sin duda, está mejorando mucho el tema de las IA, pero hay cosas que todavía se les escapan, como la ausencia de contexto. Muy divertido este desplegable que nos comparte Diego y que se ha traducido directamente del inglés con un traductor automático.

Estoy muy de acuerdo con esta crítica de C. Robert Cargill y ya es algo que está pasando en el mundo de la subtitulación, la corrección y la traducción. Como el grueso del trabajo "ya está hecho" se paga menos a estos profesionales para que arreglen el trabajo de las IA. Al no disponer del documento original, es normal que se les pasen muchas cosas por alto y que el resultado sea el que es. Con la tecnología actual, las IA no pueden escribir novelas, pero sí algo parecido que puede ser reescrito

Como bien dice The neverending reader, la publicación de ambos libros es el evento que ha caracterizado el mes de febrero y esta sección no estaría completa si no los mencionara. En el caso de Blackwater, son unos libros que me llaman la atención por su publicación tan periódica y por el precio tan económico al que se venden. En el caso de Alas de hierro, no me interesa en absoluto, pero he seguido la polémica con atención.


En este hilo, Kalyan explica muy bien toda la polémica y toca todos los puntos importantes. En primer lugar, la editorial tenía las cifras e imprimió menos ejemplares para fomentar el fomo y lograr estar en boca de todos. No temían ninguna represalia, porque no se puede hacer nada contra ellos, ya que tienen casi el monopolio literario español.  Sí, van a obtener mala prensa, pero "mejor que hablen mal de ti que no que no hablen". Me parece una práctica deplorable. Por otra parte, entiendo perfectamente que, si has comprado la edición limitada en preventa avanzando tu dinero, te sientas estafado cuando te dan la edición normal. Sí, lo importante es el contenido, pero habías pagado con antelación por algo. Me parece completamente lícito querer la edición especial y más si es algo que te gusta mucho, pero por otra parte, me entristece esa adoración del libro objeto, sin valorar el contenido, que muchos me han dicho, que deja que desear. Además, tanto esmero pusieron en la forma exterior que se olvidaron de la interior y varias personas se han quejado de la ortografía y de que sus ediciones tenían errores de imprenta. La segunda reflexión también me parece muy interesante, y más ahora que se ha puesto de moda el tema de los cantos pintados. Es cierto que los autores independientes o las pequeñas editoriales, por muy buenas historias que ofrezcan, no pueden competir con grandes sellos, pero es que nunca han podido hacerlo y no creo que esto suponga un punto de inflexión. Ya la diferencia entre ambos grupos era abismal en lo que respeta a inversión en promoción, y esto de los cantos pintados simplemente me parece un ejemplo más de ello. 

No estuve ahí, no vi las colas ni las peleas, pero puedo imaginarme el infierno por el que pasaron los libreros ese día, cuando ellos estaban con las manos atadas. Por supuesto, el consumidor se quejó a aquellos que tenían más cerca, cuando, como dice Núria deberían haber dirigido su odio hacia la editorial.

Confirmo las capturas de Luna y añado que, ahora que ha pasado un tiempo, está incluso más caro. Lo he visto RESERVADO por 150€, cuando nuevo costaba 25€. La especulación se ha ido de madre.  En páginas de segunda mano la gente los vende a puñados, porque muchos de los que lo compraron eran especuladores. 
Hay gente que en las fotos muestra que tiene diez ejemplares. ¡Y si eso fuera todo! Algunos, incluso, se han dedicado a pintar a mano los cantos para vender otras ediciones como si fueran la primera. Cada vez pierdo más la fe en la humanidad.

Y eso es todo por hoy, que no es poco. ¡Siento la turra! Espero que hayáis disfrutado leyendo mis reflexiones y que os haya descubierto un par de cosas. Ahora es vuestro turno. ¡Nos leemos en los comentarios!