jueves, 7 de junio de 2012

Hexalogía Los Hijos de la Tierra, Libro II: El valle de los caballos, de Jean M.Auel

17.0x24.0cm.
Nº de páginas: 544 págs.
Editorial: MAEVA
Lengua: ESPAÑOL
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788495354624
Año edición: 2002
Plaza de edición: MADRID

Sinopsis:
Ayla, rechazada por un medio al que no pertenece y con el que algo le impide identificarse, vive en solitario una nueva experiencia en su Valle de los caballos; su dura lucha por la supervivencia, acompañada tan sólo por los animales, con los que llega a familiarizarse, cambia radicalmente cuando el destino introduce en su vida a Jondalar, con quien, al fin, encontrará, junto al amor, un sentido a su existencia

Opinión:

Lejos de su hijo y de todos aquellos a los que ama, Ayla deberá aprender a convivir con al soledad en los hostiles parajes de la prehistoria. Deberá encontrar alimentos, refugio...y a los Otros. Y todo, antes de que llegue el Invierno.
Jondalar es un joven cromañón que acompaña a su hermano en un Viaje, para descubrir mundo y alejarse de su pasado. Durante su Viaje, se enfrentara a muchos peligros, y conocerá a las diversas tribus que conviven junto a la suya en el mundo Jondalar no sabe lo que es enamorarse, hasta que conoce a Ayla...

Sin ninguna duda, este libro ha sido mucho mejor que el anterior, y con diferencia. Este libro ha estado dividido los dos primeros tercios por capítulos cruzados entre Ayla y Jondalar, cada uno contándonos por separado cómo sobreviven.

Por parte de Ayla, he de decir que durante el primer tercio fue tan aburrido como el libro anterior, pero cuando comienza a hacer descubrimientos, a crear nuevos objetos, a inventar...No me lo esperaba. ¡No sabía que los cromañón supieran hacerse trenzas en el pelo!
Además, tenemos que pensar que cuenta con la compañía de Whinney y de Bebé dos animalitos "domésticos" que tiene tanta personalidad como Ayla.

La historia de Jondalar me gustó ya desde el primer capítulo. Es durante toda la historia el único que le da un poco de ritmo a la narración, pues la de Ayla es bastante estática. Él y su hermano, se van de un sitio a otro sin para ni un momento...bueno, eso no es del todo cierto, la verdad es que tampoco se mueven mucho, pero en comparación con Ayla...
A pesar de todo, ellos conocen a dos o tres tribus diferentes, mediante las cuales descubrimos sus costumbres, habla, la tira de personajes secundarios... Esto es algo que no me ha gustado. Vale, estoy totalmente de acuerdo que, para contrastar, la autora nos muestre una cultura y forma de ser totalmente opuesta a la del Clan, pero ¡dos o tres culturas diferentes son demasiadas!
Y es que llega un punto en que se te hace pesado que, cada vez que encuentran una tribu nueva se tengan que parar, pasarse allí un par de meses, aprender el idioma, las costumbres... y cuando ya los han aceptado como uno más, se marchan, y todo lo que han aprendido no sirve más que para darle relleno a la historia.
A pesar de todo, la tribu que más me ha gustado ha sido la de los Mamutoi y los Ramudoi, aunque, para mi desgracia, se quedan con ellos un par de años. ¿No podrían haberse ido antes, no? Y es que si en cada libro pasan siete u ocho años, a este paso, en el último libro Ayla tendrá aproximadamente 50. ¡Y eso que no solían vivir más allá de los treinta!

Una cosa que me ha fallado ha sido mi impaciencia por el encuentro entre Jondalar y Ayla. ¡Me he pasado medio libro ansiosa, esperando que se encontraran de una vez! Y es que las descripciones del paisaje me ponían nerviosa "y ahora estamos en este recodo, al lado de un increíble precipicio..." y yo decía "¡ya está, ahora se encuentran!", pero no, ¡no estaban ni cerca!

Además de la lentitud del principio, le he encontrado algún que otro fallo más, como el nombre del hermano de Jondalar: Thonolan. ¡Pero que lío de nombres! ¿No podían buscarse otro nombre menos parecido, no? Y es que durante la lectora, en ocasiones, me hacía un lío entre lo que decía uno y lo que decía el otro, llegando al punto de confundirlos.

Ah!, lo olvidaba, he de hacer un último aviso. Si en el libro anterior ya había una que otra escena más adulta, en este libro hay el doble o el triple. Pero claro, teniendo de protagonista a Jondalar...¿qué puedes esperarte? Lo que sí me ha sorprendido de estas escenas es la naturalidad con la que el autor habla de ellas, sin censuras ni reparos, pero tampoco con una descripción profunda y exagerada.

Y en cuanto al final...Bueno, las últimas 100 páginas són las que más me han gustado, pero aún así, el final no tiene mucho misterio y pasa lo que ya me imaginaba desde el primer capítulo.

En conclusión, "El valle de los caballos" es un libro más que recomendable, con unas descripciones impresioanantes, unos personajes muy bien definidos y una "puesta en escena" insuperable. Eso sí, en mi opinión, es solo recomendado a un público más maduro.

PUNTUACIÓN...3'5/5


Primeras Líneas...

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"Sabes que has leído un buen libro cuando al cerrar la tapa después de haber leído la última página te sientes como si hubieras perdido a un amigo." Paul Sweeney