viernes, 14 de febrero de 2014

Orgullo y prejuicio, de Jane Austen

¡Feliz san Valentín! Hoy iba a empezar con las reseñas de Percy Jackson, pero, en vista que también tenía este libro pendiente por publicar, no desaprovecharé la ocasión.

Orgullo y prejuicio. Esta novela no necesita introducción, es más, creo que incluso podría obviar la sinopsis y todos sabríamos de qué estamos hablando.

Pues bien, como ya he comentado alguna que otra vez, yo y los libros clásicos, no pegamos de ninguna forma. Este mismo libro lo intenté leer ya una vez, pero desistí por su complicado lenguaje. Ahora, unos años más tarde, he decidido intentarlo de nuevo y, aunque he tardado más de lo habitual para un libro de su grosor (¡cinco días!), el resultado no me ha decepcionado del todo.

Nada, que os dejo con la reseña:

Titulo Original: Pride and Prejudice
Formato: Impreso
Páginas: 248
Publicación: Editorial Calpe
Idioma: Español 
Género: Clásico - Romance

Sinopsis:
La gran casa de Netherfield Park tiene a un nuevo inquilino: el señor Bingley, un joven atractivo, rico y... soltero. La señora Bennet está encantada, pues su deseo más ferviente es encontrar un buen partido para sus cinco hijas. Pero a Elisabeth, la más rebelde de las hermanas, quien de verdad le interesa es el señor Darcy, un joven arrogante y misterioso.

Opinión:

Aunque podría destacar muchas cosas de esta novela, hay tres que destacan por encima de las otras: los personajes, el estilo de narración y la ambientación.

En cuanto a la trama, me limitaré a mencionarla en este breve párrafo. Ya está, ya la he mencionado, fin. bueno, vale, puede que resulte algo corto, me esforzaré un poco más. La trama de esta novela, gira entorno a la vida de la familia Bennet, más concretamente, de sus cinco hijas, y más específicamente, de las dos mayores, Jane y Elizabeth, y como estas encuentran el amor.

Y con eso, paso a hablaros de los personajes, pues, a pesar de que la trama es lo nombrado arriba, no creáis que haya demasiada trama amorosa, sino que casi todo el libro se centra en representar la forma de vida y la sociedad de aquella época.

Para empezar, he de destacar que todos los personajes están perfectamente descritos, cada uno con sus manía, defectos y virtudes. No importa si son secundarios o principales; los conocemos a todos a fondo. A diferencia de lo que ocurre con las actuales novelas, el carácter de los personajes no da pie a ninguna confusión, ya que cada uno es de una manera distinta. Entre ellos, cabe distinguir a Elizabeth, ya que la historia gira básicamente entorno a ella. Me ha parecido una joven muy lista y atrevida, con una lengua afilada y unos comentarios muy agudos. Yo esperaba que fuera más rebelde, pero claro, mi concepto de "rebelde" de ahora, no es el mismo que en la época en que fue escrito el libro, así que Elizabeth es rebelde a su manera. Además, he de destacar su actitud dulce con su hermana Jane, a quién quiere con locura. Jane es inocente, la persona más inocente que he conocido/leído nunca. Además, es muy dulce, nunca pierde la esperanza y tiende a pensar lo mejor de todas las personas. El resto de hermanas, en cambio, no son tan protagonista y a alguna le ha faltado un poco de profundidad, como es el caso de Mary, sobre la que he dudado sobre su existencia

Y bueno, así podría continuar hablando de todos y cada uno de los personajes hasta que blogger me dijera que he superado el límite de palabras, y aún  así no iría ni por la mitad. Y es que aunque hay muchos, pero que muchos personajes, no llegas a liarte o al menos no demasiado. Lo cierto es que hay un momento en que un mismo personaje tiene diferentes nombres. Ese es el caso de Elizabeth, que se llama señorita Bennet (y cuando dice eso, no acertaba nunca a qué señorita Bennet de las cinco que hay se refería), Elizabeth, Lizzy,... Y a veces, confundía el "señorita" por "señora" o olvidaba que tal personaje se había casado y ya no era señorita,...algo confuso sí.

Pero bueno, entre los personajes secundarios que me quedan, quiero destacar al señor Bennet, por su sentido del humor, a Lydia, una de las hermanas de Elizabeth, por su carácter insufrible de niña pequeña y malcriada (a pesar de tener entre catorce y dieciséis años), a la señora Bennet, la cual al principio me pareció vulgar y ridícula, pero al final llegó a caerme en gracia (me refiero a que me reía de su forma de ser, no que me cayera bien) y el señor Collin, el cuál era un pesado de narices, cuando hablaba hacía un monólogo de varias páginas para decir algo que bien podría resumirse en media.


Y ya, para terminar con los personajes, he de hablaros de uno de los más importantes, uno a quién todo el mundo relaciona con la novela: el Sr. Darcy. Lo he dejado al final, porque tengo mucho que decir de él. Para empezar, decir que pensaba que iba a tener mucho más protagonismo en la novela. Que a ver, sí tiene protagonismo, pero le he echado en falta en más escenas y también he echado en falta su intervención, pues en la primera mitad de la novela a penas pronuncia palabra. Y en cuanto a su actitud...sí, es muy orgulloso durante casi toda la novela, pero menos mal que al final se va resarciendo.

La única pega que le puedo poner, es que esperaba más amor. Puede que para la época en que se escribió el libro, haya incluso demasiado, pero para mí, acostumbrada a la literatura romántica actual, me ha dejado con ganas de más. Esperaba que el Sr. Darcy fuera más romántico, pero en las pocas ocasiones que se refiere a sus sentimientos, la autora lo cuenta en tercera persona y no cita textualmente, sino algo por el estilo de "y él le dijo muchas cosas bellas y la halagó desproporcionadamente".


Y es que es hora de hablaros un poco del estilo de narración. El estilo, es claramente de la época, la autora usa un lenguaje rocambolesco con palabras extrañas y largas frases que me han obligado a leer muy lentamente para no obviar algún detalle o releer algunos párrafos para llegar a comprenderlos. Y es que aunque al principio me costó mucho, al final fui cogiendo el ritmo, y ya no encontraba tanta dificultad en la lectura.

Muy ligado a esto mismo está la ambientación. Y no solo por las descripciones, que en ningún momento son largas y aburridas, sino también por la fidedigna representación de la sociedad. En aquella época, una sola frase podía ser analizada y reinterpretada de decenas de formas distintas y una carta era releída centenares de veces, tratando de analizarla de tal forma que ni el CSI. Además, esas conversaciones que mantienen, tan insustanciales pero que lo dicen todo, o su forma de actuar, siempre tan correctos (a excepción de Lydia y la señora Bennet) y formales, han logrado atraparme y trasladarme al lugar como no creo que consiga hacerlo nunca otra película o libro.


Otra cosa más a añadir es que el ritmo de la historia es algo lento en algunas partes, pero hay varios vaivenes que te sorprenden, personajes que pensabas que habían desaparecido reaparecen y algunos hechos que se precipitan.

Por último, quería comentar el detalle de que ya al final, el Sr. Darcy habla con Elizabeth y se refiere a sus acciones y explica por qué hizo algunas cosas, hecho que me ayudó mucho a comprender mejor al personaje. Un detalle que no ha servido para llenar páginas, sino que ha ayudado a profundizarla aún más.

Del final no hay mucho que decir y puede que incluso todos sepáis ya como termina, pero no ha estado mal.

En conclusión, no ha sido la novela romántica que esperaba, pero también ha sido bastante más fácil de leer de lo esperado. Con una ambientación y una profundidad inigualables, unos personajes perfectos y un lenguaje muy bello, es un libro bastante recomendado.

PD: Había pensado en crear un Bellas portadas con este libro, pero he llegado a la conclusión que es imposible. ¡Sólo en castellano ya hay 20 portadas distintas!

PUNTUACIÓN...4/5!

Primeras Líneas...

4 comentarios:

  1. Hoy traes uno de mis libros favoritos, aunque de la autora me quedo con Sentido y Sensibilidad. Esa manera de escribir, esas conversaciones sobre tonterías que dicen tantas cosas, ese humor tan peculiar... Es una auténtica delicia! Hacen falta más Señores Darcy en la vida real! jajajaja! Me quedo por aquí. Si te apetece pasarte por mi cofre, serás muy bienvenida! :) Besos

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  2. Sentido y sensibilidad...uf...otro clásico que tengo pendiente...
    Me alegro que te haya gustado la reseña y estoy contigo en que faltan más Sr. Darcy :D

    Un saludo,
    Laura

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  3. ¡Hola, Laura! Pues no, no me había pasado por aquí, pero es lógico, ya que la entrada es de 2014 y no te conocía en esa época xD
    Y que coincidencia, reseñaste este clásico romántico el día de San Valentín ^^
    Veo que coincidimos en prácticamente todo, mis recuerdos de la historia ya están un poco borrados, pero sé que también me pareció muy cómico el señor Bennet y es que el pobre tenía una paciencia infinita.
    Lydia es que era una grandísima malcriada y encima nunca veía la verdad ni aunque se la pusieras delante. Lo que más me irritó de ella fue que ni siquiera la vi ser verdaderamente agradecida cuando tuvo problemas y la ayudaron.
    ¡¡Menos mal!! Alguien que piensa como yo y considera que Darcy hablaba muy poco. Yo esperaba un hombre encantador que fuera serio pero dijera muchas frases sentimentales que encandilan, pero nada, me tuvo que conformar con un hombre que sí, generaba intriga y era un buen personaje, pero casi no decía nada :-(
    A mí el ritmo me pareció bueno, pero claro, reconozco que yo me esperaba un tostón...
    ¡Saludos y me ha sorprendido ver lo mucho que coincidimos en opinión! ;-)

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    Respuestas
    1. ¡Hola otra vez, Omaira! Anda, pero si es verdad, no me había fijado...seguro que fue casualidad el día de publicación, de verdad que sí xD
      Sobre el señor Bennet, totalmente de acuerdo, pero no sé si fue la reseña de Patt la que me hizo mirar este personaje con otros ojos y que dejara de parecerme tan encantador...
      Sobre el señor Darcy, pues sí, estoy como tú esperaba más frases sentimentales :/

      Un saludo de,
      una Laura algo romántica :P

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"Sabes que has leído un buen libro cuando al cerrar la tapa después de haber leído la última página te sientes como si hubieras perdido a un amigo." Paul Sweeney