martes, 14 de mayo de 2024

Saga Baccano!, Libro I: The rolling bootlegs, de Ryohgo Narita

Editorial: Yen On
Tapa dura
Fecha de publicación: ‎ 24 Mayo 2016
Idioma: ‎ Inglés
Serie: Baccano!
Ilustrador: Katsumi Enami
Año de publicación orginal: 2002
Traductor:  Taylor Engel
Autor: Ryohgo Narita
ISBN: 9780316270366
Número de páginas: ‎217 

Sinopsis:
AMERICA. NEW YORK. 1930
A bright young bookkeeper named Firo Prochainezo earns his place in an ancient organization. The flamboyant thieves Isaac Dian and Miria Harvent arrive in Grand Central Station with even grander plans, The Gandor mafioso brothers find themselves confronted with a problem. And small-time thug Dallas Genoard makes a very big mistake
When the elixir of immortality hits Prohibition-era New York City, not even an undying amoral mastermind can control the chaos that follows, Turns out fortune favors the flat-out crazy!

Opinión:
Impresión: Entretenido

Cada año me propongo, para practicar, leer como mínimo un libro en inglés. Al principio siempre me cuesta porque, Google traductor en mano (el diccionario es un caso perdido: hay demasiadas acepciones), busco todas las palabras que me resultan ajenas (excepto las que se entienden por contexto). Una vez superada la curva inicial y haberme adaptado a la jerga propia de la obra, voy cogiendo ritmo hasta alcanzar una velocidad aceptable; aun así, tardo mucho más que en castellano y me canso más pronto. Me alegro de tener nivel suficiente de inglés como para leer una novela en esa lengua (aunque sea lentamente), pero también me alegro de no dominarla hasta el punto de leer con fluidez: si los pendientes traducidos al castellano alcanzan ya una cifra inasumible para una sola vida, ¿os podéis imaginar la cantidad de libros que tendría pendientes por leer si le añadiera los que me interesan y solo están en inglés?

G es la razón por la que he decidido leer este libro y no otro. Él es muy fan de Baccano! y el año pasado terminó de comprar todos los libros de la saga. Este año ha decidido hacer relectura, empezando por el primero, y me ha convencido para acompañarle en esta aventura. 

Baccano! es una saga de 22 novelas ligeras, así que la voy a ir leyendo sin prisas. Para aquellos que no estéis familiarizados con el término, las novelas ligeras son libros dirigidos a un público juvenil que se caracteriza por incluir entre sus páginas algunas ilustraciones, así como por no superar las 200 páginas (o las 50.000 palabras).

Esta primera novela no me ha entusiasmado porque no considero que sea su público objetivo (me ha recordado mucho a los libros de Lemony Snicket), pero G me ha prometido que la cosa se enreda. Es un libro de aventuras entretenido, pero muy introductorio (y G me ha avanzado que la mayoría de estos personajes no volverán a salir).

La novela está ambientada en los bajos fondos de Nueva York durante la época de la Ley Seca, poco después del crac del 29 (la época de la Gran Depresión). Conoceremos a dos bandas de la camorra (que no es lo mismo que la mafia) y un poco sus costumbres y su relación con el mundo. La ambientación es superficial, pero está bien lograda. Nos moveremos en la clandestinidad de los bares ilegales y entre la criminalidad de una población desesperada por la pobreza. Me ha gustado conocer cómo funciona la camorra, pero la visión que nos ofrece la novela es muy idealizada porque más allá de algún otro acto más violento (normalmente contra traidores al grupo) son bastante buena gente. Entiendo que una novela dirigida a jóvenes no quiera mostrar la parte más cruenta de la camorra, pero tampoco debería centrarse solo en el atractivo de estos grupos. 

Por contra de lo que pudiera parecer, no estamos ante una obra de corte realista, sino que los rivales de los protagonistas serán otro grupo que ambiciona el elixir de la inmortalidad, liderados por Szilard, un inmortal. Debido a una serie de casualidades, este elixir irá pasando de una mano a otra de forma caótica. La trama se mueve mucho por casualidades, pero la obra es consciente de ello y consigue que en la mayoría de ocasiones sean causalidades, es decir, que los personajes, por como son, no podrían actuar de otro modo, como si fuera el destino quien maneja sus hilos. A pesar de ello, algunas me han parecido excesivas.

En cuanto al tema de la inmortalidad, está bien llevado, pero es muy superficial. Hay un personaje que investiga el fenómeno de forma científica, pero no hace muchos avances. Se mencionan muchos temas relacionados con la inmortalidad (el sufrimiento de ver morir a los tuyos, el cansancio de la existencia, el exceso de recuerdos...), pero no se trata ninguno. Está bien que haya una forma de morir y que eso tenga consecuencias en los personajes, pero más allá de eso, todo queda muy en el aire. Espero que se profundice más en la cuestión en los siguientes libros. 

Temía que la narración fuera caótica, pero solo me he perdido al principio, porque en las primeras páginas te presentan a los personajes mediante ilustraciones a doble página y el diálogo de una escena superpuesto. Me sentí muy confundida porque no sabía quién era quién ni qué estaba pasando. Luego, hay un capítulo ambientado en 2004 sobre un chico japonés que viaja a Nueva York y se encuentra a un camorrista inmortal que le cuenta su historia. Esto se retoma al final y sirve para mostrar qué ha pasado con los personajes principales décadas después. La presentación inicial es completamente innecesaria porque más adelante, en la narración, te vuelven a presentar estos mismos personajes. La historia del japonés no pinta nada. Entiendo que está hecho para que los jóvenes japoneses se sientan más identificados con un contexto que les pilla lejos (es como si para explicarnos la yakuza, un occidental viajara a Japón), pero no sentí que aportara nada. Si a eso le sumamos muchas escenas de presentación de personajes o protagonizadas por personajes terciarios, la novela resulta muy introductoria. Hay un nudo y un desenlace, pero se sienten poco satisfactorios, como si todo no fuera más que un preludio a algo mayor (aunque G me ha dicho que la siguiente novela no tiene nada que ver).

Como venía diciendo, el elenco de personajes es muy amplio, pero todos están bien caracterizados, con una personalidad muy marcada, y no te pierdes. Además, la variedad te permite tener una visión más general de la ciudad. A cambio, ninguno tiene profundidad y son todos muy planos. No hay realmente un protagonista (aunque si tuviera que inclinarme por alguien, ese sería Firo) porque el narrador en tercera persona salta de un punto de vista a otro, así que llegas a cogerles cariño a todos. Los más memorables son el dúo dinámico de ladrones formado por Isaac y Miria, una pareja (?) de hermanos (?), muy extravagante y con una mentalidad muy infantil, pese a que se encuentran en la veintena. La novela tiene características muy occidentales y si no fuera por este par, podría parecer escrita por un autor europeo o americano. Isaac y Miria son unos personajes histriónicos, exagerados y poco realistas, al igual que algunos personajes de anime. Podrían parecer repelentes y causar rechazo, pero su ingenuidad contrasta con la seriedad del resto y eso hace que resulten graciosos.

La narración no es de lo mejorcito. Para empezar, faltan descripciones y por eso algunas escenas, especialmente las de acción, resultan confusas. Además, el narrador tiene tendencia a resaltar lo obvio y aunque los personajes, con sus palabras, demuestren su estado de ánimo, el narrador nos lo indica. O si un personaje nos explica algo (o va a hacerlo) el narrador procede a informarnos de ello. No te deja pensar y cada vez que Issac y Miria hacen una tontería, nos lo dice. Entiendo que es una forma de que los más jóvenes no se pierdan en la lectura, pero parece que no confía en su capacidad para transmitir la información mediante los diálogos. Eso sí, la traducción tiene parte de la culpa de mis dificultades de comprensión porque le falta mucho pulido y en algunos casos no quedaban claros los referentes.

Algunos comentarios del narrador son innecesarios

Le tenía algo de miedo a esta lectura, porque G me había advertido que los personajes utilizaban un inglés muy coloquial, pero una vez me familiaricé con la jerga de los bajos fondos, no tuve muchas dificultades. Sí que es verdad que se usan coloquialismos y reducciones de palabras, pero es cuestión de acostumbrarse. Si estás empezando a leer en inglés, me parece que los libros de Lemony Snicket son más asequibles que estos, pero si ya tienes cierta fluidez y quieres aumentar un poco la dificultad, esta es una buena opción.

Por último, quería hacer alusión a la edición. Como ya he comentado antes, el libro contiene varias ilustraciones en blanco y negro que están intercaladas a lo largo de la historia y varias ilustraciones a color al principio de la novela. Personalmente, no me han gustado mucho porque el diseño de los personajes es muy propio del manga y no me he imaginado así a los personajes en ningún momento. Además, las páginas en color también contienen texto superpuesto que es muy difícil de leer por el contraste de color y porque las letras están muy cerca del borde interior, así que tienes que abrir el libro una barbaridad para poder leerlas. 

En conclusión, aunque esperaba mucho más de esta historia, no ha estado mal. Es un libro juvenil de aventuras y fantasía ambientado en los bajos fondos de la Nueva York de la Gran Depresión. La novela es entretenida y presenta de forma general la época convulsa, el funcionamiento de la camorra y algunas reflexiones sobre la inmortalidad. Peca de superficial e idealista, porque no profundiza en nada y destaca los aspectos positivos de estos grupos criminales, pero es lógico teniendo en cuenta el público al que va dirigido. Los personajes son muy numerosos y variados, están bien caracterizados, pero son bastante planos. En cuanto a la narración, tiene coloquialismos y reducciones de palabras, pero no es una lectura exigente. Eso sí, el narrador un poco pesado porque repite información evidente en los diálogos y hay algunos problemas con las descripciones. En cuanto a la edición, es cuidada e incluye ilustraciones. La novela me ha parecido muy introductoria, pero seguiré leyendo el resto de libros para ver cómo evoluciona.  

Cosas que he aprendido:

  • La mafia y la camorra no son lo mismo.

Y ya para terminar, os dejo con mis avances en Goodreads:

PUNTUACIÓN...3/5!

Primeras Líneas...

sábado, 27 de abril de 2024

Pausa para cargar las pilas

 ¡Hola a todos!

Este post es un aviso para navegantes: el blog permanecerá inactivo un par de semanas. Últimamente, estoy leyendo menos y he abandonado muchas de mis lecturas. En consecuencia, ando algo escasa de reseñas, así que prefiero centrarme en leer un poco más.

Voy a estar ausente tanto por aquí como por las redes, pero seguiré visitando de tanto en tanto vuestros blogs. Volveré cuando haya avanzado con mis lecturas y tenga un par de reseñas en la recámara.

Nos leemos pronto^^

miércoles, 24 de abril de 2024

Viñeta del lector 119#

 

Hubo una época en mi vida en la que solo leía para evadirme de la realidad. No tenía amigos (ni interés en tenerlos), me aburría y la lectura era una vía fácil para olvidar la situación tensa que vivía en casa. No sé en qué momento mi cerebro hizo click, supongo que, como todo, fue algo progresivo, pero poco a poco fui interesándome más en libros que te permitían conocer otras realidades y comprender mejor a los demás. Dejé de querer huir de mi realidad a querer comprenderla mejor para saber cómo gestionarla.

Así fue cómo dejé de leer para evadir y empecé a leer para tener herramientas con las que enfrentarme al mundo. He leído muy buenas novelas sobre enfermedades mentales (Por si las voces vuelven, ¿Ya soy normal?, El abismo, Los renglones torcidos de Dios, Seré frágil, Almendra, El curiós incident del gos a mitjanit), sobre el racismo y la xenofobia (Blanco y negro, El juego de Ender, Mundodisco, El color púrpura, Criadas y señoras) sobre el duelo (Postada: te amo, La ridícula idea de no volver a verte), sobre el síndrome postraumático (La corte de los espejos), sobre enfermedades físicas (Yo antes de ti, Bajo la misma estrella, La decisión más difícil), sobre la familia (Un hijo, Te daría el mundo, Arroz de Palma, En la cocina con la drama mamá), sobre tiroteos indiscriminados (Diecinueve minutos),... Pero si tuviera que quedarme con un tema, uno solo, ese sería la guerra, porque te muestra al mismo tiempo lo peor y lo mejor del ser humano. Las buenas novelas que he leído sobre el tema me han permitido comprender por qué hay que seguir adelante, sin importar lo que te pase y que no tienes que hacer nada con lo que no seas capaz de vivir después (Escapar de Sobibor, 28 días, Maus, El pianista del gueto de Varsovia, Voces de Chernóbil, Los muchachos de zinc, La guerra no tiene rostro de mujer)

Por supuesto, no he dejado de leer para evadirme. Siempre he considerado necesario un poco de entretenimiento para sazonar la monotonía de nuestras vidas. No siempre puedo estar reflexionando o sintiendo muy intensamente, sino que a veces necesito leer algo ligero, sin pretensiones, que me arranque una sonrisa y me ayude a digerir la vida.

Seguiré leyendo mientras aún tenga interés por comprender el mundo, mientras considere que aún me faltan temas que explorar o en los que adentrarme. Y por ahora, creedme, así es. Muy posiblemente todos esos conocimientos no me hagan falta nunca (para qué me va a servir comprender la psicología de un asesino en serie) pero contribuyen a expandir mis horizontes y a ser más tolerante con el resto del mundo.

Y vosotros, ¿por qué razón empezasteis a leer? ¿Por qué leéis ahora mismo?

sábado, 20 de abril de 2024

La dama del Nilo, de Pauline Gedge

Titulo: La Dama del Nilo
Autora: Pauline Gedge
Editorial: RBA
Año: 2006
Año de publicación original: 1977
Páginas: 363 
Tapa dura 
Traducción: Nora Watson
Título original: Child of the morning
ISBN: 8447346382 

Sinopsis:
Mil seiscientos años antes que Cleopatra reinó en Egipto Hatshepsut, una mujer extraordinaria no sólo por su inteligencia y su belleza, sino también por ser la primera mujer en la historia que gobernó con plenos derechos en un mundo dominado por los hombres.
Según la tradición secular, los faraones de Egipto sólo podían gobernar si se casaban con una mujer de sangre real que, mediante el matrimonio, le otorgaba al hombre la condición de soberano. Tan arraigada costumbre iba a romperse por primera vez hace treinta y cinco siglos, cuando el faraón reinante dictaminó que su hija Hatshepsut, de quince años, fuera consagrada primera mujer faraón de la historia de Egipto.
Hábil en la administración, audaz en la guerra y, sobre todo, entregada a su tierra y a su pueblo, la “Dama del Nilo” supo defenderse de los celos y la insidia de sus enemigos y mantener el poder del Imperio en el apogeo de su gloria.

Opinión:
Impresión: Egipto.

Siento cierta fijación por el siglo XX, una época de rápidos avances tecnológicos y sociales, marcada por dos guerras de gran calibre que afectaron a países de todos los continentes. Eso, sumado a una mayor proximidad temporal, hace que la mayoría de novelas históricas que he leído se centren en ese periodo. Una de mis asignaturas pendientes es diversificar mis lecturas de novela histórica, no solo a nivel temporal, sino también espacial.

Por ese motivo, junto a las recomendaciones de Las inquilinas de Netherfield y Mónica Gutiérrez, me animé a leer este libro centrado en la vida de Hatshepsut (quien reinó entre 1513-1490 a. C), una de las primeras mujeres en ser nombradas faraón. En la novela, se la llama así, en lugar de reina o faraona, porque en el antiguo Egipto no existían esos títulos, solo los de Gran esposa real o Esposa del Dios, y no tenían poder efectivo.

Cuanto más nos alejamos en el tiempo, menos información poseen los historiadores y menos fidedigna es la que tenemos a mano. Además, la novela es de finales de los setenta, por lo que la autora se documentó en base a lo que se sabía hasta el momento. Tras la lectura, he investigado la vida de Hatshepsut (no fuera a ser que me colaran otro Braveheart) y la novela no se aleja demasiado de la realidad. Es cierto que hay muchas cosas que se desconocen, como las circunstancias de la muerte de Hatshepsut (la novela intenta ser biográfica, por supuesto que muere al final) o las relaciones entre personajes, pero en esos casos sí que acepto la especulación. Solo he notado dos imprecisiones históricas poco importantes (quizás otros hayan notado alguna más, como el blog Ni cuentos ni mentiras) y no sé hasta que punto son conscientes, para que la historia funcionara mejor: Hatshepsut solo tuvo una hija, no dos (me parece que esto se descubrió recientemente) y el arquitecto Ineni, uno de sus principales valedores en la novela, en realidad era un acérrimo detractor.

Por lo demás, estamos ante una obra que relata de forma novela la vida de Hatshepsut de forma bastante fidedigna. La conocemos a la tierna edad de diez años, cuando su padre empieza a prepararla para el trono. Poco a poco, veremos las dificultades que tiene para afianzarse en el poder siendo una mujer, pero también cómo atrapa en sus redes a los demás para conseguir sus propósitos y cómo usa la religión y leyes en su beneficio. También asistiremos a su inevitable declive (porque todo lo que sube tiene que bajar) hasta llegar a un final previsible, pero demoledor. 

La novela abarca un período de más de treinta años con gran maestría. Es muy difícil que una novela así no parezca un manual de Historia que avanza a trompicones. Sería muy fácil centrarnos en los momentos más importantes de la vida de Hatshepsut e ir saltando cronológicamente según convenga. En su lugar, la autora teje una historia continua. Hay pequeños saltos de varios años, pero no son muchos y, en lugar de hacerte un resumen desligado de los personajes, lo hila todo con lo anterior, de manera que no te pierdes temporalmente (en todo momento eres consciente de la edad de Hatshepsut y del tiempo transcurrido). Así, en lugar de decir que durante cinco años Hatshepsut va aposentándose en el poder mientras el odio de su hijastro crece o mostrándote escenas clave en las que eso ocurre, te cuentan toda una serie de pequeños eventos en los que eso se muestra; así no sientes que es algo puntual, sino que se forja con el tiempo.

La novela histórica tiende a aburrirme cuando es de carácter costumbrista, pero en este caso nos cuentan lo mínimo sobre la cultura egipcia como para que podamos situarnos y comprender lo que está sucediendo. A diferencia de otras novelas del género, aquí el objetivo no es tanto conocer el contexto histórico, como mostrar la valía de Hatshepsut para sobreponerse a las dificultades y alzarse con el poder. 

Por supuesto, no esperéis una obra con giros ni tensión; la trama no es importante, ni mucho menos. Es inevitable que haya momentos aburridos en los que se describen rituales o lugares (como los templos que visitan, el palacio en el que residen o las tierras de Egipto), porque es necesario para configurar el mundo. Algunas partes en las que no había trama ni avanzaban los personajes se me han hecho un poco cuesta arriba, pero al desconocer tantos detalles culturales de Egipto, he seguido interesada.

Mis conocimientos del Antiguo Egipto son mínimos, por lo que esta obra me ha servido para conocer superficialmente la época, en especial, la vida en palacio. La visión que ofrece la novela sobre Egipto es muy reducida: los secundarios pertenecen todos a la aristocracia o enseguida empiezan a formar parte de ella y la relación de Hatshepsut con el pueblo llano es prácticamente nula. Esta ceguera respecto al pueblo es un problema, porque después de ver la admiración que despierta Hatshepsut entre los que la rodea, cuando te dicen que ni el ejército ni la población respaldarán a un faraón mujer, quedas desconcertado. Por otra parte, mostrar otros estratos sociales, obligaría a alargar la novela y añadir mucha paja; es preferible centrarse en una clase social y estudiarla en profundidad.

La obra está narrada en tercera persona por un narrador omnisciente que conoce el pensamiento de todos los personajes, así que, aunque nos centraremos especialmente en Hatshepsut, también sabremos cómo se sienten los que la rodean. Esta perspectiva más general ayuda a mostrar la admiración que genera Hatshepsut tanto entre sus aliados como entre sus detractores. El fervor y la adoración que despierta, así como toda la ritualística, permite comprender por qué los faraones eran percibidos como dioses. Conocemos los pensamientos de Hatshepsut y sabemos que es una mujer de carne y hueso, pero aun así, el misticismo que la rodea, su creencia de ser la encarnación de Dios y el carisma y magnetismo que tiene hace que en algunos momentos sientas que tiene algo de divino. A diferencia de la Edad Media en Occidente, donde el derecho divino de los reyes era muy cuestionado, en Egipto los faraones eran venerados y nadie dudaba de sus poderes. Eso no significa que no hubiera conflicto.

Al igual que en Occidente, hay pugnas por el poder, traiciones, asesinatos, intrigas y bandos, pero todo ello se fundamenta en el honor y el respeto: no se oculta quién está a favor de quién, el asesinato solo se castiga con el destierro, las intenciones de usurpar el trono se declaran abiertamente, se evita la violencia siempre que sea posible... En consecuencia, hay que actuar a varios años vista y con mucho tiento para conseguir el favor del ejército, el pueblo y los sacerdotes; aunque seas faraón, si tienes a esas tres facciones en tu contra, estás perdido.

La figura central de la obra es Hatshepsut, quien empieza siendo una niña cabezota y despreocupada, que irá madurando a medida que amasa poder. Me sorprendió que la novela dedicara tantas páginas a su época de juventud, pero eso se debe a que una vez se ha asentado en el trono, los días (que no los años) se suceden sin muchos sobresaltos. Pese a algunos comportamientos más infantiles, ya desde pequeña tiene una actitud bastante adulta, pero eso es lógico teniendo en cuenta el ambiente formal en el que se ha criado. Lo único que me ha desconcertado de su juventud es que, pese al apoyo de su padre para sucederle en el trono y que la narración incide en sus habilidades administrativas, en ningún momento vemos su aprendizaje ni tratando con la burocracia. 

La Hatshepsut adulta me parece un ejemplo perfecto de mujer fuerte e independiente dentro de su contexto. Pese al empoderamiento femenino, no parece sacada del siglo XXI, la tónica habitual del feminismo en novela histórica, sino que sus decisiones se apoyan en las leyes y es gracias a su poder de convicción que consigue que los demás la escuchen: convence a su padre para proclamarla faraón; viste con ropa masculina o femenina según lo requiera la situación; se maquilla y enjoya sin olvidar su feminidad; capitanea al ejército, pero se queda en los márgenes de la batalla y solo tras convencer a su marido; se casa a cambio de conservar el poder efectivo; aprende a cazar y luchar, pero no presume de ello; no hay rivalidad con las otras esposas de su marido; no se impone como faraón, sino que justifica su posición mediante la religión... Ninguna de sus acciones es realmente espectacular, pero demuestra ser una mujer muy paciente y astuta.

Podría parecer que Hatshepsut es una Mary Sue, pero también tiene sus defectos: se deja cegar por el poder y no piensa en aquellos que quiere hasta que es demasiado tarde, descuida a sus hijas (que tienen muy poca presencia en la novela) y no lidia correctamente con su sobrino, cosa que resulta su perdición. A eso hay que añadirle que su moralidad no se corresponde con la nuestra: en ningún momento le inquieta el trato que reciben los esclavos y criados, ni se preocupa por el deplorable estado en el que viven los campesinos y no cuestiona la tradición de matar a los trabajadores de las pirámides.

Los demás personajes son satélites alrededor de Hatshepsut, cosa que refuerza su magnificencia y poderío. El único destacable es Senmut, que irá escalando socialmente gracias a su estrecho lazo con Hatshepsut. Me pareció un personaje muy centrado al principio, con unas metas (ser arquitecto) muy claras, pero a medida que acepta un cargo tras otro y deja de lado la arquitectura, pierde personalidad. El romance con Hatshepsut se desarrolla muy lentamente, a lo largo de los años y es coherente con el mundo: ella no puede casarse ni tener amantes y él se siente abrumado por su inferioridad ante Dios. Me sorprendió que pese a sus sentimientos, ambos tuvieran parejas y que eso no supusiera ningún problema para su relación, pero es lógico con la época. 

En cuanto al tono, el lenguaje es adecuado con la época y la formalidad con la que hablan los personajes, sin que en ningún momento resulte pedante o excesivamente intrincado. Eso sí, la edición de RBA es un desastre y no se la recomiendo a nadie. Para empezar, los pensamientos de los personajes no están marcados en cursiva, cosa que me desorientó bastante. En segundo lugar, aunque la novela está bien escrita y traducida, está plagada de errores ortográficos sencillos (se han girado dos letras o falta alguna), de esos que detecta el autocorrector de Word: 92 errores ortográficos en 360 páginas, es decir, un error cada 4 páginas. La edición que tengo es de 2006, pero la traducción es de 1990... una época en la que aún no se habían popularizado estas herramientas de corrección. Por lo tanto, lo que debió hacer RBA fue coger la traducción de la época y, sin revisarla, cambiar la cubierta y publicarla. Sé que hay otra edición de la editorial Pàmies, de la misma traductora; espero fervientemente que esta esté corregia, porque aquí la lectura ha sido insoportable. 

Quería terminar con una nota positiva y eso ha sido el final. Al ser una novela de corte biográfico, el final es previsible, pero aun así me ha emocionado. Creo que el momento está muy bien construido. Todos los personajes saben cómo va a terminar todo y que no pueden hacer nada por evitarlo. La tensión se palpa en ambiente, porque cualquier día podría ser el último. Hatshepsut se marchita poco a poco y no le queda otra que resignarse al destino, pero lo acepta con gran entereza y dignidad, y eso la honra y engrandece. No podría haber un final mejor para un personaje que se da cuenta demasiado tarde que lo ha sacrificado todo para alcanzar la cúspide del poder. 

En conclusión, una novela muy interesante que narra la vida de una mujer fuerte e independiente del Antiguo Egipto, cuya ambición le llevó a ser faraón. La trama es lineal y con pocos giros, pero al ahondar en la aristocracia egipcia de la época quedaremos hechizados por los detalles culturales. Tiene algunas partes un poco densas y con largas descripciones, pero en general el ritmo es bueno. Una novela histórica que no resulta densa y que te atrapará con su protagonista casi divina y los tejemanejes políticos. Eso sí, no recomiendo en absoluto la edición de 2006 de RBA, porque está plagada de errores ortográficos.

Cosas que he aprendido:

  • El maquillaje de los egipcios tenía un uso real.
  • Cómo lograr que un final previsible sea tenso y emocional.
  • Los egipcios llevaban conos de perfume sobre la cabeza en las fiestas.
  • Cómo las pugnas por el poder no están reñidas con la honorabilidad.

Y ya para terminar, os dejo con mis avances en Goodreads:

PUNTUACIÓN..3/5!


Primeras Líneas...

martes, 16 de abril de 2024

Frases memorables: Love, Stargirl

Love, Stargirl, de Jerry Spinelli

«We long to be found, hoping our searchers have not given up and gone home. But I no longer hope to be found, Leo. Do not follow me! Let’s just be fabulously where we are and who we are. You be you and I’ll be me, today and today and today, and let’s trust the future to tomorrow. Let the stars keep track of us. Let us ride our own orbits and trust that they will meet. May our reunion be not a finding but a sweet collision of destinies!»

«I’ll still be missing you as much as ever. I’ll still smile at the memory of you. I’ll still be —OK, I’ll say it again— loving you, but I won’t abandon myself for you. I cannot be faithful to you without being faithful to myself. I’ve reclaimed my future. If we are destined to be together again, be happy to know you’ll be getting the real me, not some blubbering half me.»

Traducción

«Anhelamos que encuentren nuestro verdadero yo. Confiamos en que aquellos que nos buscan no se hayan rendido y vuelto a su casa. Pero ya no espero que me encuentren, Leo. ¡No me sigas! Simplemente, seamos maravillosos estando donde estamos y siendo como somos. Tú sé tú y yo seré yo, hoy y hoy y hoy, y confiemos el futuro al mañana. Dejemos que las estrellas nos sigan la pista. Montemos nuestras propias órbitas y confiemos en que se encontrarán. ¡Que nuestro reencuentro no sea un hallazgo sino un dulce choque de destinos!»

«Aún te echo de menos tanto como antes. Aún sonrío al pensar en ti. Aún estoy... vale, lo repito, enamorada de ti, pero no dejaré de ser yo misma por ti. No puedo ser honesta contigo si no soy honesta conmigo. He reclamado mi futuro. Si estamos destinados a estar juntos de nuevo, alégrate de saber que entonces te encontrarás con mi yo de verdad, no una versión pálida de mí».

¿Quién es ella? es un libro que marcó mi adolescencia. En una época en la que intentas ser igual que los demás, este libro me habló de la importancia de ser uno mismo y no ceder ante la presión social. Llena de ilusión, muchos años más tarde, leí Love, Stargirl (en inglés, porque no ha sido traducido) y me llevé una gran decepción porque no ofrece una crítica social tan potente como su predecesor y porque al estar protagonizado por Stargirl, se desvanece todo el misterio del personaje. Aun así, ambos libros me parecen muy buenas lecturas juveniles con mensajes positivos. Si os interesa leer la reseña del primero, aquí os dejo el enlace; si os interesa la reseña del segundo, la podéis encontrarla aquí.

Creo que es necesario un mínimo de contexto para entender las citas que os traigo hoy. En la primera novela, Stargirl se había enamorado perdidamente de Leo, quien con toda la buena intención del mundo, la estuvo ayudando a cambiar para que se integrara mejor con el resto de alumnos, hasta que Stargirl decidió marcharse porque ya no se sentía ella misma. La segunda parte se centra más en los problemas de dependencia de pareja y en cómo superar una ruptura. 

Ambas citas se refieren al mensaje central de la obra: sé fiel a ti mismo. Hay que escuchar a los demás, claro, y si todos critican un rasgo tuyo, quizás deberías preguntarte por qué lo hacen, pero no hay que permitir que sean los demás quiénes encuentren a nuestro verdadero yo, quiénes nos digan cómo deberíamos ser.

Esto también se aplica a las relaciones de pareja. La otra persona tiene que saber sacar lo mejor de ti mismo, ayudarte a florecer, a ser mejor; eso no implica cambiar por el otro. Fingir ser alguien que no eres es agotador. Además, es inevitable que tarde o temprano caiga tu máscara y que a la otra persona no le guste lo que descubra tras ella. ¿Que va a ser difícil encontrar a alguien siendo como eres? Sí, pero es mejor ir con la verdad por delante. Por eso dicen que no conoces a la otra persona hasta que llevas bastante tiempo con ella: muchos al principio enarbolan una versión mejorada de sí mismos y a medida que mantener el engaño les desgasta, se muestran tal y como son. 

Nadie es perfecto, todos tenemos que mejorar y puedes ayudar a tu pareja a crecer como persona, pero no modelarla a tu imagen y semejanza, ni tampoco siguiendo un ideal inalcanzable, porque entonces dejará de ser ella misma. ¿Y para qué querías estar con esa persona desde un principio si necesita cambiar tanto para encajar contigo?

Hay que saber cuando rendirse con el otro. No esperes encontrar un día las palabras mágicas que le harán darse cuenta de la realidad y cambiar por completo de chip. A veces pasa, sí, pero suele ser porque muchas otras personas ya han ido aportando su grano de arena y tus palabras son solo el detonante. La mayor parte de las veces te vas a sentir como si golpearas una roca y tienes que dejar de hacerlo antes de que empieces a sangrar. Puede que este no sea el momento de estar juntos porque estáis en estadios de madurez distintos. Si realmente estáis hechos el uno para el otro, pero junto a ti no evoluciona, lo mejor es dejar ir a la otra persona y ya el tiempo os reunirá de nuevo.

No sé cómo, pero con lo poco dada al romanticismo que soy, por un motivo o por otro, siempre termino reflexionando sobre el amor. Será mejor que me calle ya y os ceda el turno a vosotros. ¿Conocíais estos libros? ¿Os han gustado las citas? ¿Alguna vez habéis cambiado por alguien o habéis intentado que el otro cambie?

viernes, 12 de abril de 2024

Aleta, de Christopher Moore

Editorial: La factoría de Ideas
Año de edición: 2012
ISBN: 978-84-9800-819-7
Páginas: 320
Encuadernación: Tapa blanda
Autor: Christopher Moore
Título original: Fluke, Or, I Know Why the Winged Whale Sings
Año original de publicación: 2003
Traducción: Juan José Llanos Collado

Sinopsis:
¿Por qué cantan las ballenas jorobadas? Tal es la cuestión que motiva al biólogo marino y a su tripulación a documentar y fotografiar a esos grandes y húmedos mamíferos. Hasta el extraordinario día en que una ballena levanta la cola en el aire y muestra un mensaje escrito con gigantescas letras mayúsculas: "QUE TE DEN".
Claro, Nate se pregunta si no habrá pasado demasiado tiempo observando bajo un sol de justicia? ya que nadie más lo ha visto; ni su compañero de aventuras, ni su impertinente asistente científico, ni siquiera el rastafari fumeta de a bordo. Cuando llegan las copias de las fotografías, y falta esa en la cual la ballena levanta la cola, se convence de que sucede algo muy raro.

Opinión:
Impresión: Disparatado

El estilo de un autor es algo que permea toda la obra. Tiene que ver con la narración (la tendencia a estructurar las oraciones de una forma determinada, el lenguaje más o menos formal, preferir la descripción al diálogo o viceversa, el tipo de humor, la construcción del drama o el misterio, dónde y cuando situar los giros si los hay, etc.), con los temas que trata, con la ideología del autor (que se filtra inevitablemente en el mensaje) y con los personajes, cuyos tipos se repiten una y otra vez con ligeras variaciones (al igual que algunos directores solo trabajan con determinados actores). Es necesario leer varias novelas de un mismo autor para captar su estilo, para descubrir si eso que te pareció un detalle curioso es algo casual y puntual o una constante. Algunos autores son camaleónicos y cambian por completo de un libro a otro, pero no es fácil deshacerse de tus manías, de tu identidad. Algunos autores (la mayoría) no lo intentan. ¿Para qué cambiar si así es como quieres ser, si eso es de lo que quieres hablar, si así te sientes cómodo, si es lo que le gusta a tu público? Me parece completamente lícito que, como autor, decidas aferrarte a un estilo que irás puliendo, a un mismo tema que observarás desde distintos ángulos, a unos mismos personajes que tropiezan con situaciones muy dispares. Ahora bien, no pienses que por ello ya tienes el camino allanado, porque corres el riesgo de resultar cargante y reiterativo.

Me gusta navegar entre la novedad. Me muevo en distintos géneros, probando un poco de aquí y un poco de allá, con la esperanza de sorprenderme con un estilo, un tema, un tipo de personaje, una ambientación, que no haya visto antes. Si me acerqué por primera vez a Christopher Moore fue porque sus tramas disparatadas me parecieron rompedoras; ahora, tras tres novelas con grandes similitudes, he empezado a aburrirme. ¡Quién hubiera dicho que novelas con tramas tan distintas (un científico que estudia el canto de las ballenas, un pringado que se enamora de una vampira y un viudo que ha sido reclutado por la Muerte) fueran tan similares!

Independientemente de si has leído algo más del autor o no, la novela es floja. Al principio, estaba muy metida en el misterio de por qué una ballena iba a tener un graffiti en la cola que pone "que te den" y la incredulidad de Nate era la misma que la mía. A la mitad se descubre el pastel y a partir de allí la novela va cuesta abajo hasta caer en picado en la recta final: los disparates se van apilando como una montaña de naipes hasta que, con la más ligera brisa, todo se derrumba.

La premisa absurda me ha encantado, así como descubrir todo el misterio relacionado con las ballenas, porque es muy imaginativo. A nivel superficial, tanto los balleneros como su entorno (un mundo muy orgánico que me recordó al Orgoscope de Guardianes de la galaxia 3) son originales. El problema es que el autor no pretende ir más allá, y descuida por completo cualquier fundamento sociopolítico y científico. Vengo de Cixin Liu, así que las explicaciones científicas vagas no me valen, por mucho que la novela sea de humor, y más si el protagonista es científico. Es cierto que se cuestiona muchas cosas, pero ante la ausencia de respuestas por parte del resto de personajes (que callan con la excusa de no tener conocimientos científicos), abraza el misterio.

« —Puede que sea en la barca, al final de una jornada... O en el laboratorio, a las cuatro de la mañana, después de haberte pasado cinco años analizado datos, pero llega un momento en el que descubres algo, ves algo, o de repente algo adquiere sentido y te das cuenta de que sabes algo que aún no sabe nadie más en el mundo entero. Solo tú. Nadie más. Y te das cuenta de que eso es lo único que importa y de que lo conservarás durante poco tiempo antes de que se lo cuentes a otra persona, pero durante ese tiempo te sientes más vivo que nunca. Ese es el motivo, Amy. Por eso hacemos esto, aguantamos los sueldos bajos y los riesgos altos, las condiciones indignas y las relaciones jodidas. Lo hacemos por ese momento»

Que una novela sea de humor no me parece justificación suficiente para simplificar temas complejos o restar importancia a la documentación. En la nota que hay al final, el autor menciona a toda la gente que le ha ayudado a documentarse y es cierto que ha investigado mucho sobre todo lo relacionado con las ballenas (he aprendido mucho sobre el tema), pero cojea en la parte de ficción especulativa y es aquí donde se nota que no tiene formación como biólogo. La novela se rinde al humor, sin darse cuenta de que si construyes una sociedad no puedes dejarla a medias. Un ejemplo: en varios momentos se burlan de Nate por mantener relaciones con una criatura de otra especie (pese a que no es cierto), pero en ningún momento desarrollan si eso es posible o no, si hay relaciones estables y si esas parejas pueden tener hijos. 

A esto hay que añadirle que el punto fuerte de la novela, el humor, no ha sido de mi estilo. La mayoría de las bromas tienen que ver con el humor escatológico o sexual y a mí eso no me hace ninguna. Me parece un tipo de humor muy burdo y basto, así que no me he reído demasiado con la novela. Entiendo que hay gente a la que le puede hacer gracia, pero yo no soy el público objetivo.

Los personajes nunca han sido el punto fuerte del autor, así que esta novela no iba a ser menos. Hay alguno que me ha caído más en gracia que otros, como Kona, pero es solo por lo estrafalario que resulta y por su peculiar forma de hablar: usa una jerga rastafari que debe haber sido muy difícil traducir. Y aun así, es un personaje al que le ha faltado mucho trasfondo y no he llegado a comprender si fingía interés por la cultura rastafari (una cultura que tampoco se desarrolla, solo se utiliza para el humor) o no, porque cuando la situación era MUY seria y se lo pedían, hablaba normal.

«—Buen karma, broders —exclamó Kona—, con estos trajes de calabaza acabaremos con el sheriff John Brown, Jah. »

Como secundarios tenemos a la pareja formada por Clay y Clair, que no podrían tener nombres más parecidos. Me gusta su dinámica de pareja, pero no está desarrollada ni sabemos mucho de ellos, pese a protagonizar escenas individuales a partir de la mitad de la novela. Un poco lo mismo pasa con Amy, la joven ayudante de Nate, que se le insinúa constantemente. 

No creáis que Nate, por ser el protagonista, va a estar mucho más trabajado que los secundarios. Al igual que ellos, es un personaje que no evoluciona y, pese a tener un poco más de profundidad, esta se debe a que participa más en la trama que el resto. Lo más decepcionante es que es exactamente el mismo protagonista que en las dos novelas que he leído del autor, con el plus de ser un científico: un hombre patético, pasivo, solitario, con problemas comunicativos, sensible y torpe. Se nota que el autor pretende dar visibilidad a hombres con una personalidad poco reflejada en la ficción, los machos beta, y eso me parece estupendo. El problema es que TODOS los hombres que aparecen en sus novelas son exactamente iguales y, aunque consiguen a la chica y su objetivo, son siempre motivo de burla porque resultan patéticos.

Me ha dado la impresión de que el autor trataba de romper con el esquema social al poner como protagonistas a hombres poco viriles y empoderando a las mujeres, porque siempre llevan la voz cantante en la relación. El problema es la sátira. Si esto se mostrara como una relación positiva y equilibrada, no habría ningún problema; en su lugar, aunque todas las parejas son felices, los hombres siempre me dan lástima porque son mangoneados por las mujeres: son sumisos y dependientes, controlados a nivel sexual, y una de sus metas siempre es encontrar una pareja. Si en este libro se invirtieran los papeles, cualquier feminista lo fulminaría. Quiero pensar que al autor se le ha ido la mano y al tratar de revertir los roles de género le ha salido el tiro por la culata. No creo que se deban justificar estas relaciones tóxicas porque jaja es gracioso que el hombre sea un inútil. 

La novela me estaba pareciendo regulera hasta que se desvela el misterio y no hay ninguna reflexión tras eso. El final es muy acelerado, todo acción, y los cabos sueltos no se hilan de forma consecuente. Hay momentos en los que los personajes cambian de parecer de un capítulo a otro, a veces actúan de forma irracional, se plantean conflictos éticos que se resuelven en un par de líneas y sucede todo tan rápido que me sentí confundida porque no me quedaba claro ni quienes eran los antagonistas.

En conclusión, estamos ante una novela de la que esperaba mucho y con la que me he llevado una desilusión enorme. Quiero creer que, al ser de las primeras novelas del autor (se publicó en 2003, mientras que Un trabajo muy sucio, la única novela que ha escrito y me ha gustado, se publicó en 2006), aún le falta mucho por aprender y que todavía no se ha encontrado como autor. Solo por eso seguiré leyéndole (y porque tienes un buen puñado de libros suyos en la estantería), pero sin ninguna prisa. 

Tampoco es que esta novela haya sido horrible: si te gusta el humor escatológico, quieres ver otro tipo de hombres en ficción, te gustan las tramas disparatadas y solo buscas entretenimiento, adelante, este es tu libro. Pero no ha sido para mí. El tema de las ballenas está bien documentado y la novela ayuda a dar visibilidad a una especie que sigue en vías de extinción, el problema es cuando el autor experimenta con la ficción especulativa, porque la obra pierde toda verosimilitud. El misterio está bien llevado, hasta que se resuelve a la mitad; a partir de ese momento, la trama va cuesta abajo porque no se profundiza en las explicaciones y el final es demasiado acelerado, hasta el punto de resultar confuso. Si el humor escatológico no es de tu estilo, olvídate, porque es la base de la novela. En cuanto a los personajes, planos, con ninguna profundidad y desarrollo. Las mujeres son las figuras dominantes, quizás demasiado, y los hombres son poco viriles y tienden al patetismo.

Cosas que he aprendido:

  • La jerga rastafari es molongui.
  • Las ballenas son incluso más grandes de lo que tiendo a imaginar.

Y ya para terminar, os dejo con mis avances en Goodreads:

PUNTUACIÓN...2/5!

Primeras Líneas...